viernes, mayo 26, 2006

La Isla: los clones de repuesto


La Clonación siempre me ha despertado fantasías siniestras. Qué tal si la Ingeniería Genética nos posibilitara reemplazar un pulmón defectuoso, cual autoparte, por uno sano y cultivado en un organismo vivo como el de nuestros respectivos clones. Qué tal si con dinero suficiente pudiéramos tener no uno sino muchos clones de repuesto para los mismos fines. Qué tal si pudiéramos clonar muchas veces a alguien que nos gusta. Ya no nos preocuparía si nos corresponde o no porque tendríamos múltiples opciones. Pero en esto último mis locas ilusiones se estrellaron cuando recordé que ya estaría viejo para cuando esas clonas estuvieran adultas… No me culpen por estas fantasías, pero parecerían ingenuas comparándose con las de quienes se creen exonerados por la Ciencia para jugar a dioses.

Mi afiebrada imaginación se vio parcialmente reflejada en La Isla (2005), película de Ciencia Ficción que me sorprendió su fracaso taquillero, cuya responsabilidad los productores quisieron atribuir a la protagonista, Scarlett Johansson, quien a su vez se defendió recriminándoles los errores de publicidad de esta cinta.

Alguna razón debía tener Johansson, pues esta producción tenía muchas razones para correr mejor suerte, pues si no será un pequeño clásico, al menos sí un referente que invita a pensar.

A La Isla se le consideró alcanzada por la Ciencia actual cuando supuestamente la Clonación ya era una realidad: el científico coreano Hwang Woo-Suk escribió en un artículo del 2004 haber producido células madre a partir de un embrión humano clonado, pero en 2006 un comité de la Universidad de Seúl desacreditó estos logros de Hwang, a quien no obstante le reconocieron haber creado al primer perro clonado del mundo. Al final amplío el tema sobre las Células Madre y la polémica que generan (ver nota 1).

Visos anticipatorios de La Isla

Si no en el plano científico, La Isla conservaría sus visos anticipatorios cuestionando a los adelantos genéticos, en especial la clonación, si no se sujetan a una Bioética que, sin oponerse ciegamente a la Ciencia, sepa fundamentar por qué no todo lo que puede debe hacerse, algo que conlleva preguntas controvertidas: primero, somos sólo animales más evolucionados o nos distingue algo más que la simple dimensión biológica, para evitar ser considerados como simples conejillos de indias; segundo, en qué radica nuestra dignidad como humanos, porque de tratarse sólo de inteligencia los delfines también son muy aventajados; tercero, el óvulo fecundado es vida en sí mismo o recién cuando anida en el útero, como ciertas tesis sostienen, porque de allí dependerá que sea o no legítimo considerarlo material biológico para experimentos.

Estas preguntas no se reducen al ámbito metafísico: podrían decidir no sólo el rumbo de los adelantos genéticos sino también frenar sus inescrupulosas aplicaciones, temas que reclaman un consenso ético de toda confesión o ideología, las que al margen de sus diferencias si en algo podrían coincidir es en el valor de la vida. Al menos eso espero… Pero ¿todo esto es suficiente para decir que La Isla tiene visos anticipatorios?


Clones de repuesto, experimentos con humanos… ¿Exagerado?

Utilizando recursos comerciales (escenas de acción y efectos especiales), La Isla enfoca críticamente a la Clonación. Nos presenta a unos clones vistos como proveedores de órganos de repuesto, posibilidad algo difícil porque aun bajo una lógica de escalofriante pragmatismo, y como avanza la Ciencia, más fácil sería generar un órgano no de un clon sino de una Célula Madre Adulta o Embrionaria, aunque ésta última conlleva dilemas éticos (ver nuevamente nota 1). En todo caso, las pretensiones anticipatorias de La Isla al menos estarían avaladas por su mensaje de fondo: sus advertencias sobre la instrumentalización del ser humano por las aplicaciones inescrupulosas de los avances genéticos, pues la clonación de personas y/o la manipulación de sus ADN pueden tener muchos otros fines igual de preocupantes aunque no se manifiesten tal como los plantea esta cinta.

Una aproximación inicial a estas cuestiones bien sería preguntarnos si es legítimo considerar al óvulo fecundado como objeto de experimentación, porque bien podría ser un primer paso para que similar suerte corran adultos eventualmente considerados prescindibles por criterios tan arbitrarios como los eugenésicos. ¿Exagerado? Con todo el margen de error que quieran señalar, sólo trataremos de especular cómo una cosa podría llevar a la otra: primero diremos que los óvulos fecundados serán vida no desde la concepción sino desde que aniden en el útero; después, que por ejemplo desde la cuarta semana de gestación; después, que desde el momento en que nazcan vivos; después, ¿que desde que tengan uso de razón y así sucesivamente? Y es que algunas conclusiones nos serán inevitables según las premisas de las que partamos. Es decir, si al óvulo fecundado lo definimos como vida por cualquier criterio menos por el de su propia esencia (existente ya desde la concepción), entonces lo mismo podría ocurrir con personas ya nacidas, pues el valor de la vida será muy relativo, ya no dependiendo de su naturaleza intrínseca sino de factores externos a ésta y dependientes a veces de criterios muy arbitrarios, como por ejemplo de ubicación (como ya dije: la vida no empieza desde la concepción sino sólo desde que el óvulo fecundado anida en el útero); de tiempo (sólo si el feto tiene seis meses de gestación, por ejemplo); de eugenesia; de régimen legal (capaces o incapaces), de uso de razón (por ejemplo el caso Schiavo, ver nota 2). ¿Exagerado? Mucho pueden influir adecuadas justificaciones jurídicas e ideológicas promovidas por eficientes estrategias de concientización. No pretendo ser tremendista ni subestimar el discernimiento de la opinión pública, pero aun así… Y de allí no veo lejano el preguntarnos por qué no experimentar con ciertas personas, como los que tienen síndrome de Down. ¿Exagerado? Podrá decirse que es inconcebible experimentar con personas porque todos tenemos dignidad, que sin embargo parecerá muy abstracta cuando lo concreto sea que eso adelantaría décadas muchas investigaciones, ahorrando millones a muchas trasnacionales, lógica muy pragmática que podría incluso hallar justificaciones aparentemente humanitarias, aunque sean muy maquiavélicas, por ejemplo este hipotético lema publicitario: salva millones de vidas permitiendo experimentar con una… ¿Exagerado? No existirá otra base más sólida para siquiera argüir contra aplicaciones inescrupulosas de adelantos genéticos como la Clonación, si el criterio fundamental para valorar la vida no es su valor intrínseco, principal cimiento de todo Derecho Humano; cimiento que en tal caso sería fácilmente desmoronado como castillo de arena por los más variados vientos de campañas de Marketing o negociaciones económicas o políticas. Todo Derecho Humano sería muy relativo. ¿Exagerado? Podríamos reclamar que somos personas dignas y bien podrían exigirnos que lo demostremos, y lo más preocupante será que no sabremos cómo hacerlo, porque finalmente cómo definir la dignidad, en qué sustentarla, si respecto a la vida ni siquiera sabemos si vale por su propia esencia o por otras consideraciones externas a ella. Una cosa lleva a la otra: si el valor de la vida no se fundamenta principalmente en su propia esencia entonces cualquier criterio sería válido para fundamentarlo; criterios como los ya mencionados y muchas veces tan efímeros como arbitrarios. Podrá haber criterios muy humanistas pero muy débiles frente a otros muy pragmáticos, para los que toda consideración ética bien podría ser muy relativa si no puede demostrarse científicamente. No quiero ponerme tétrico, como dije líneas arriba sólo estoy especulando, quizás estas reflexiones darían material no tanto para la reseña de una película sino para un cuento corto de utopía negativa; reflexiones que sin embargo pretenden exponer la necesidad de hallar sentido a términos como dignidad humana, que paradójicamente por darlos por sobreentendidos terminan pareciendo muy etéreos, más actualmente, cuando muchas palabras se resemantizan por los vaivenes de muchas modas ideológicas o intereses. Lo preocupante es que la posibilidad de experimentar con humanos está latente ya no en un futuro próximo sino en un presente muy probable, tal como me lo sugirió otra película recomendable como El Jardinero Fiel (2005). ¿Ya dramatizo demasiado? Ojalá…


¿Cómo te diferenciarás de tu clon si son idénticos?

La Isla tiene una escena en que la protagonista no sabe si está ante su compañero, clon como ella, o ante el original del cual éste provino. Finalmente lo reconoce por un rasgo de personalidad, trascendiendo así el parecido físico, detalle que nos recuerda que, como humanos, no nos reducimos sólo a una dimensión biológica, pues incluso nuestros eventuales clones nunca serán exactamente iguales a nosotros, porque tendrán sus propias vivencias, traumas o alegrías que moldearan su propia personalidad, única e irrepetible. Aun en la forzada hipótesis de que con ellos compartamos ya no sólo idénticos ADN sino también experiencias y ambientes de crianza, siempre cada uno podrá moldear opiniones muy diferentes y hacer elecciones hasta opuestas, como en la pareja: a mí me pueden gustar las morenas porque me recuerdan a mi profesora de primaria y a mi clon, las castañas porque le recuerdan a la vecinita de al lado que a mí me caía antipática. Por eso todas las semejanzas del mundo nunca podrán lograr dos personas exactamente iguales, porque si algo jamás podrá clonarse será el alma, si es que creemos que tenemos una. Al respecto un artículo en la agencia periodística Aceprensa señalaba como experimentos con animales revelaban algunas diferencias entre clones: «…entre los ejemplares de un clon se dan diferencias relevantes en la expresión de los genes. En experimentos con animales se han detectado mayores diferencias entre fetos clónicos (…) que entre medios hermanos obtenidos por fecundación in vitro o inseminación artificial…» (Mis resaltados).

Si estas diferencias se dan en la clonación de animales mucho más en la de humanos. La Isla me agradó porque me inspiró muchas reflexiones como éstas, de allí que en esta reseña mía hubiera tantas digresiones.

Quizás parezca muy excéntrico ponerse a a esbozar casi una utopía negativa o a filosofar sobre nuestros clones, sobre qué tanto se asemejaran o diferenciarán de nosotros, pero la Ciencia avanza tan rápido que ya uno no sabe…

No se me quita de la cabeza que el fracaso de esta cinta se explique no tanto por su carencia de público como porque su visión crítica de la Clonación pudiera haber rozado con ciertos intereses económicos (como los implicados en el área de la Genética). Quizás por eso la promoción de la película fue deficiente, como sugirió la bella Johansson. Hay producciones similares menos interesantes con mayor éxito. O serán otras de mis fantasías… Ojalá…


Información básica sobre la película La Isla:

Dirección: Michael Bay
Protagonistas principales: Ewan McGregor y Scarlett Johanson
País: USA
Año: 2005


Bibliografía:

«Crece escándalo de Hwang».Ciencia y Tecnología. BBC [Londres] 10 enero 2006.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_4597000/4597652.stm

Fernández, Joaquín. «La Isla». Revista de Cine La Butaca. (2005).
http://www.labutaca.net/films/34/laisla5.htm

Reseña del artículo « ¿Por qué tanta prisa por clonar seres humanos?», del Doctor Neville Cobbe. Aceprensa 24 de Mayo de 2006, 059/06.
http://www.aceprensa.com/art.cgi?articulo=12592

«Scarlett se queja». http://www.espectaculostvazteca.com/. Televisión Azteca 19 agosto 2005.
http://www.tvazteca.com/espectaculos/2005/08/19/007.shtml


Nota 1: ¿Células Madre? ¿Qué es eso?

Las Células Madre son aquéllas convertibles en cualquier tipo de célula (cerebro, corazón, huesos, músculo, piel…) y son de dos clases: Células Madre Adultas y Células Madre Embrionarias.

Las Células Madre Adultas se obtienen de tejidos maduros de niños o adultos y son multipotenciales (sólo pueden convertirse en ciertos órganos).

Las Células Madre Embrionarias se obtienen de embriones y son pluripotenciales (pueden convertirse en cualquier órgano).

La controversia bioética radica no en el uso de Células Madre Adultas (de tejidos adultos), sino en el de Células Madre Embrionarias (de embriones), aun cuando éstas puedan convertirse en cualquier órgano (pluripotenciales).

Las investigaciones de Hwang se vincularon con Células Madre Embrionarias, aunque después fueron desacreditadas.

Fuente consultada:

«Todo lo que necesita saber sobre las Células Estaminales».Controversias. ACI Prensa.
http://www.aciprensa.com/controversias/estaminales.htm


Nota 2: el caso Schiavo

En 18 de Marzo de 2005 un juez de Florida (USA) ordenó que Terri Schiavo fuera desconectada de la sonda que la alimentaba. Pero sobre ella caben algunas precisiones: primero, no era enferma terminal porque tenía muchos años de vida por delante: segundo, su estado vegetativo no era el del coma pues se reía y movía; tercero, no estaba conectada a una máquina ni requería respirador artificial y podía seguir viviendo con atenciones mínimas; cuarto, el nominado al premio Nóbel de Medicina William Hammesfahr declaró que muchos médicos han tratado a personas « en peor estado que el de Terri, y los hemos visto lograr independencia y dignidad otra vez ».

Fuentes consultadas:

«Candidato a Nóbel de medicina afirma que Terri podría ganar independencia».Noticias. ACI Prensa [Perú] 23 Marzo 2005.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_4368000/4368241.stm

Simón Catellví, José María. «Información sobre Terri Schiavo». Agencia Veritas [España] 30 de marzo 2005.
http://www.agenciaveritas.com/articulo.php?cd=34

«Schiavo: tribunales vs legisladores». Internacional. BBC [Londres] 31 Marzo 2005.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_4368000/4368241.stm



Posdata (3 de Junio del 2006) :

Desde su publicación inicial en este blog hace unos días, este artículo ha sido modificado y complementado con más reflexiones y datos.



Posdata (20 de Junio del 2006):

Según el diario de Ciencia y Tecnología La Flecha, unos investigadores informaron sobre un gen denominado Nanog, que «podría ayudar a explicar cómo reprogramar células adultas y convertirlas en células madre embrionarias para tratar enfermedades».

Distintos párrafos de esta noticia describen el experimento: «Los especialistas descubrieron que Nanog ayudaba a transformar las células adultas de los ratones en células madre embrionarias después de la fusión celular, momento en que dos células se combinan para formar un híbrido (…) Los científicos fusionaron células madre embrionarias de ratones con células cerebrales adultas y al sumarles Nanog, lograron aumentar el número de células híbridas que se comportaron como células madre de embriones».

Estos experimentos me suscitan algunas preguntas. ¿Cómo puede transformarse una célula adulta en embrionaria si por definición ésta última proviene sólo de embriones y la primera sólo de tejidos adultos? ¿Acaso no sigue habiendo manipulación de células madre embrionarias, si se las fusiona con células cerebrales adultas, aunque el experimento sea en ratones?

El DRAE tiene varias acepciones para el término embrión. Una primera: «Ser vivo en las primeras etapas de su desarrollo, desde la fecundación hasta que el organismo adquiere las características morfológicas de la especie». Una segunda: «En la especie humana, producto de la concepción hasta fines del tercer mes del embarazo» (mis resaltados).

Es decir, por definición embrión es el óvulo fecundado y Célula Madre Embrionaria la que proviene de un embrión.

En contraste a mis preguntas existen opiniones optimistas en este artículo de La Flecha. La del doctor Peter Mountford, miembro de la Stem Cell Science (compañía biotecnológica dueña de la tecnología empleada en esta investigación): « (el experimento) representa un avance importante hacia la reprogramación de las células adultas, sin la necesidad de fabricar embriones humanos» (mis resaltados). La de la propia La Flecha: «La importancia del descubrimiento radica en que convertir una célula madre en una de estado embrionario eliminaría el uso de embriones, uno de los principales obstáculos científicos y éticos para los investigadores» (mis resaltados).

Como neófito, sólo les comparto partes de la noticia que me llamaron la atención y mis inquietudes. En todo caso, a continuación consigno el enlace de la noticia para que ustedes saquen sus propias conclusiones.


Posdata (22 de Junio del 2006):


Un artículo de Fernando Pascual sobre Clonación me pareció interesante, entre otras cosas, por sus reveladoras diferenciaciones entre la Clonación Terapéutica y la Reproductiva: «La así llamada “clonación terapéutica” es también clonación reproductiva, en el sentido de que produce (“reproduce”) un individuo humano que tiene un material genético casi totalmente idéntico (al menos en el núcleo) a otro individuo ya existente. ¿Cuál es, entonces, la diferencia entre estos dos “tipos” de clonación? Mientras la clonación reproductiva dejaría nacer al individuo clonado, la así llamada “clonación terapéutica” lo habría fabricado para experimentar con él y luego destruirlo» (mis resaltados). Dicho artículo contiene además interesantes reflexiones bioéticas. Aquí el enlace.


Posdata (7 Julio 2006) :

Hace poco habíamos apuntado cómo en marzo del 2005 un Juez de la Florida ordenó desconectar a Terry Schiavo de la sonda que la alimentaba, aun cuando su estado no era vegetativo ni terminal. Hoy me enteró de la historia de Terry Wallis (curiosa coincidencia que sea otro Terry), un varón que allá por 1984 quedó en estado de coma por un accidente automovilístico y que casi 20 años después despertó, habiendo recuperado el movimiento y el habla, porque su cerebro logró regenerar nuevos conductos nerviosos, aunque la Ciencia aún no se explica cómo. La situación de Wallis si no era peor al menos sí igual a la de Schiavo. Esto bien podría cuestionar la decisión del ya mencionado juez, sea porque éste asumió que el caso de Schiavo era irreversible o estaba clínicamente muerta, aun cuando en aquel entonces ya algunos especialistas venían afirmando que no era así. Les dejo un enlace del diario chileno La Nación sobre el caso Wallis.


Posdata (7 de Julio 2006):

Hoy día cambié el título de este artículo porque me pareció el más propio para el tema tocado.


En memoria de Germán.


Cortesía de la Imagen:

http://www.zonanegativa.com/imagen/0283.jpg

martes, mayo 23, 2006

Sentimentalismo: ¿una faceta del egoísmo?


Fuente de la imagen: Vietnam War


8 de junio de 1972. Un avión de Vietnam del Sur bombardea la población de Trang Bang. Entre los que huyen está una niña totalmente desnuda y quemada por las bombas de napalm. Su rostro es de un sufrimiento desgarrador. Una fotografía registra la escena, da la vuelta al mundo y cambia la visión que hasta entonces se tenía de la guerra de Vietnam.

Aquella niña terminó convirtiéndose casi en un símbolo. Su nombre es Kim Phuc. Con el tiempo se nacionalizó canadiense, tuvo un hijo y fundó la Fundación Kim Internacional para ayudar a niños víctimas de las guerras. Felizmente su historia llegó a buen final, pero cuál hubiera sido su destino si su sufrimiento nunca hubiera sido registrado por Nick Ut, periodista ganador del premio Pulitzer.

Ya Occidente en 1972 sabía que en Vietnam muchos inocentes estaban muriendo. Existían muchas protestas. Pero todo esto era opacado por la indiferencia y las justificaciones a la guerra. Fue necesario un estímulo tan fuerte como la foto de Kim para que recién muchos se conmovieran.

Sin embargo, algo no ha cambiado desde la guerra de Vietnam: lo que no aparece en los medios simplemente nunca existe… Es más, no basta que algo sea publicado sino que además debe tener un gran efecto para que exista, porque si no se perderá entre una marea de mensajes mucho más estimulantes, aunque sean más intrascendentes…

Y es que lo que más importa ahora es la forma y no el fondo, el impacto y no el contenido, y de esa manera comenzamos a confundir lo accesorio con lo esencial y viceversa, hasta terminar volviéndonos muy manipulables: no la razón sino los sentidos serán los que nos señalen qué es lo más importante…

Incluso, aunque seamos muy humanitarios, la cultura actual bien puede convertirnos no en personas sensibles sino sentimentales, ambas cosas muy diferentes.

Una sensibilidad social parte de una reflexión que ha venido madurando con el tiempo y que es más sólida porque no es producto de la emoción momentánea. En cambio el sentimental es un gran egoísta porque para convencerse no le basta saber sino también conmoverse. Es decir, el discurso deberá entenderlo en formato de telenovela para cobrar conciencia de un hecho y, así, tendrá opiniones muy débiles pues estarán influidas no por la calidad de la información sino por su efectismo, que suele durar no más de un cuarto de hora para dar lugar nuevamente a la habitual indolencia.

Esto me recuerda a ese Al Capone interpretado por Robert de Niro (Los Intocables, 1987), quien podía llorar en una opera mientras era totalmente indiferente con las muertes que ordenaba, pues probablemente a muchas de sus víctimas nunca les veía el rostro y sólo le representaban nombres a tachar en una lista negra (ojos que no ven corazón que no siente), de allí que hasta este mafioso podía ser muy sentimental pero no por ello menos egoísta.

Por tanto, para tomar conciencia de un drama no debemos esperar que éste nos conmueva hasta las lágrimas, aunque tampoco debemos entenderlo como un gélido objeto de estudio. La idea es que no necesitemos de los efectos especiales para moldear nuestras opiniones.

Ser sentimental no es malo, pero tampoco es un mérito en sí mismo ni nos hace más nobles, sólo podría significar que ante una primera plana quedemos más sobrecogidos por la gran foto de un perrito herido que por una pequeña nota sobre un genocidio… Nadie dice que lo primero es lo que más llamará la atención, el problema es cuando lo percibimos como el tema del día… El ejemplo puede ser exagerado pero hagamos un ejercicio con un periódico: primero, leamos la primera plana y preguntémonos cuál noticia es más trascendente; segundo, leamos las páginas centrales y preguntémonos lo mismo; tercero, contrastemos nuestra primera conclusión con la segunda… Quizás descubramos que ciertas notas marginales de prensa debieron ser los grandes titulares del día… O también puede ocurrir que nos hayamos vuelto un perfectos sentimentales, muy manipulables…




Nota:

La foto es la que hizo de Kim Phuc un símbolo.


Fuentes:


Portal de la Fundación Kim Internacional
http://www.kimfoundation.com/en/

La niña de la foto
Entrevista a Kim Phuc
BBC
29 de abril de 2005
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/newsid_4497000/4497073.stm#xq1

Kim Phuc Phan Thi
Portal de la UNESCO
http://portal.unesco.org/es/ev.php-URL_ID=8323&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html


Cortesía de la imagen: BBC

sábado, mayo 13, 2006

Algunas coincidencias del Día de la Madre…

Fuente de la imagen: Nocturnabsas.Com

No siempre hubo un Día de la Madre tal como lo conocemos ahora, aunque ya en la Inglaterra del siglo XVII existía el Domingo de Servir a la Madre, día que solía coincidir con el cuarto domingo de Cuaresma, que este año 2006 por ejemplo correspondió celebrarse el 26 de Marzo…

Pero en el siglo XX el Día de la Madre no sólo terminó instituyéndose sino además celebrándose en el mes de Mayo, justo el mes de la Virgen, algo que me sorprendió porque no respondió necesariamente a factores confesionales sino a una serie de coincidencias…

Todo comenzó cuando Anna Jarvis emprendió una campaña en Estados Unidos para establecer como Día de La Madre cada segundo domingo de Mayo. Y es que su madre había fallecido un segundo domingo de mayo de 1905 (¿primera coincidencia?)…

Escribiendo cartas a diversas personalidades influyentes, Jarvis logró la hazaña de que esa celebración se estableciera en 1910 en muchos Estados de la Unión y sea declarada en 1914 como fiesta nacional por el Congreso Norteamericano, y justo en la fecha que ella quería, iniciativa aprobada por el presidente Woodrow Wilson…

En México el Día de la Madre terminó instaurándose por primera vez el 10 de Mayo de 1922 (¿segunda coincidencia?), a iniciativa de Rafael Alducin Bedolla, fundador del periódico Excélsior.

Finalmente Jarvis vivió para ver cómo su iniciativa logró extenderse por más de cuarenta países que terminaron celebrando el Día de La Madre siempre en Mayo (¿tercera coincidencia?), aunque no necesariamente el segundo domingo: la mayoría de países europeos consideran el primer domingo y en los países latinoamericanos la fecha varía. Aunque nunca faltan países que son excepciones a la regla: Argentina celebra el 10 de Octubre.

Lo curioso es que existen muchas posibilidades de que cada año la fecha originaria del Día de la Madre, segundo domingo de Mayo, sea muy próximo al 13 de Mayo, día de la Virgen de Fátima, tal como ha ocurrido este 2006 (¿cuarta coincidencia?). Y ya vimos que ésta no fue la motivación de Jarvis al proponer esa fecha…

Además, el ex dictador de Nicaragua Anastasio Somoza estableció como Día de la Madre el 30 de Mayo, pero no por influencia de la corriente imperante en otros países sino porque era cumpleaños de su suegra, Casimira Sacasa… Pero de todas formas siempre Mayo (¿quinta coincidencia?).

Vamos, quizás sean sólo coincidencias... Y feliz día a todas las madres...

Fuentes:

El Origen del Día de la Madre
Blanca Márquez
Latino MSN


¿Por qué celebramos el día de la madre?
María Teresa Bonilla
La Voz
Mayo 3 del 2005



Cortesía de la imagen:
http://www.geocities.com/kurteff/maternidad.jpg

miércoles, mayo 10, 2006

Descansa en paz, Andrés…



Andrés Kishimoto Kanna
Tránsito: 9 de Mayo del 2006


Iniciativa de la imagen: Blog La Nuez