lunes, agosto 02, 2010

¿Qué tan confiable es Wikipedia? (aunque la comparen con la Enciclopedia Británica)

Fuente de la imagen: Upload.wikimedia.org

Wikipedia ¿es fuente plenamente fiable de consulta? La pregunta parecería hasta controvertida, si nos guiamos por lo apuntado por Cristóbal Ramírez: «Hay estudios que afirman que sus errores (los de esta enciclopedia online) no son mayores que los de la Enciclopedia Británica» (1; mis paréntesis y mis destacados).

Por otra parte,  en Wikipedia, sus contenidos están sujetos a la corrección constante de la llamada inteligencia colectiva (en este portal, un error no sobreviviría mucho a la escudriñadora mirada de sus innumerables visitantes y colaboradores).

Entonces, ¿corresponde continuar preguntándose si Wikipedia es confiable...?

II

Para comenzar, valga la perogrullada, la denominada enciclopedia libre es simplemente eso, una enciclopedia, que como tal sirve para consultar y para darse una idea global aunque también incompleta sobre un tema, en el que ya deberá profundizarse posteriormente si hay interés; y profundizarse en publicaciones más especializadas con información más desarrollada y ampliada; información que pudiendo existir en la Red, para encontrarla incluso allí, se exige esforzarse y discernir y separar la paja del trigo (y Wikipedia no garantiza que sea siempre el trigo...). Por tanto, por su propio principio y definición, no sólo Wikipedia sino toda enciclopedia es insuficiente.

III

Por otro lado, en la popular enciclopedia online, los colaboradores o wikipedistas son una materia aparte. Entre ellos, algunos sí figuran con sus nombres propios (o con nombres presuntamente propios); pero muchos otros no. Y esto a juzgar al menos por la relación de Wikipedistas de Perú (2) y de España (3).

Ciertamente, en cada artículo de esa web, para determinar qué wikipedista hizo recientemente cuál o tal edición, una sección denominada historial sí figura, aunque muestra a autores no necesariamente con identidades reales sino mayormente con esos alias virtuales llamados nicks.

Por poner cualquier ejemplo, en el texto wikipédico titulado Jacques Lacan (4), en su historial encontramos no ningún nombre propio sino nicks como Xabier o Mr Moonlight, a cuyos perfiles sí puede accederse, aunque sin encontrarse siquiera una breve biografía. ¿Wikipedia posee sus mecanismos para establecer quiénes son los Xabier o los Mr Moonlight de sus textos? Si es así, por lo menos, esa información no está al primer pinchazo del mause (y debería estarlo)... Entonces, ante un eventual dato errado, la responsabilidad probablemente se diluiría en un colectivo cuyos miembros no en todos los casos aparecen con sus verdaderas identidades.

IV

Sin embargo, a pesar de todo esto, si en Wikipedia la información sería mayormente fidedigna (como suele sugerirse) ¿importa realmente quién colgó allí tal o cual entrada? Sí importa: si conoces a un autor y a su biografía, a sus escritos podrás ya no solamente leerlos sino además decodificarlos mejor; pero ahondaré en esto...

Un intelectual siempre escribe dentro de un contexto dado. A lo largo de su vida, él ha debido ir recibiendo influencias de índole diversa, ha debido ir teniendo una formación académica o ideológica determinada, ha debido ir desenvolviéndose en un cierto medio social o cultural; ha debido ir atravesando por vivencias y experiencias incluso personales que marcan y que impregnan una producción literaria.

Así las cosas, todos estos elementos condicionan (que no determinan): el ánimo o la pasión que tiñen a un texto; el estilo con que lo han escrito; o acaso hasta la manera sesgada y hasta tendenciosa con que lo han enfocado.

V

Una breve digresión en referencia a los sesgos en un escrito

Un erudito puede brindar contenidos tan ciertos como bien sustentados, aunque refutables por enfatizar demasiado la media verdad digerible (o conveniente) y soslayar la media verdad indigerible (o inconveniente); por enfatizar demasiado un enfoque  disciplinario o académico o cultural o social o ideológico o hasta político y soslayar otros enfoques semejantes e incluso hasta complementarios. En parte, a esto me refiero en una temática determinada con sus antes mencionados sesgos, los que responden a móviles no forzosamente intencionados ni tampoco malintencionados; sino también a otros más bien inconscientes.


¿Sesgos en el plano inconsciente? Verbigracia, por situarnos dentro de la esfera política, si te has formado en un medio educativo o laboral o social muy marcado por una ideología sea de izquierda o sea de derecha (pues sesgos existen en cualquier tendencia política), racionalmente podrías discrepar con esa ideología, que sin embargo podría haber influenciado tu paradigma mental y que podría aflorarte o siquiera destellar al escribir o al opinar.


No obstante, la esfera política es uno entre tantos ejemplos. Pues los sesgos son de índole diversa; son no sólo ideológicos ni sólo políticos; sino también personales y  culturales y sociales y hasta académicos y científicos (aunque hay miradas que por tan apasionadamente sesgadas se vuelven ya hasta tendenciosas).  En cierto modo, a los sesgos todos somos proclives, aunque de forma no igual ni irreversible (pues tampoco debe incurrirse en determinismos).


VI

En este punto, por todo lo dicho, podría ya estar claro lo siguiente: de quienes publican sí importa conocer sus identidades e historias personales; entre otros fines, con el de leer a un escritor comprendiéndolo mejor y estableciéndole sus sesgos y enfoques (conscientes o sólo inconscientes; políticos o sólo disciplinarios o profesionales).

En otras palabras, un mismo texto se descifrará diferente (permitirá incluso leerlo entrelíneas y deducirle así nuevas claves de interpretación), según se conozca o no a su autor (aunque acaso algunos estén conmigo en desacuerdo proponiendo: que en Literatura el solo texto puro y duro es el objeto de estudio; que los datos biográficos son ajenos a una crítica seria).

VII

Pero ¡Wikipedia es simplemente una enciclopedia! Entonces, en sus entradas no obligatoriamente deben figurar los autores. Cierto, empero, por ejemplo, la Enciclopedia Británica tiene una plantilla fija de editores y de expertos colaboradores; entonces, esta monumental obra anglosajona debe contar con una política editorial definida cuyos sesgos o posiciones o enfoques sobre ciertos temas incluso sólo académicos pueden establecerse; política que puede cuestionarse o no pero que siquiera puede inferirse (si no establecerse).

Pero Wikipedia está conformada por un mosaico de colaboradores anónimos, quienes pueden contrabandear sus más variados sesgos a un público desprevenido que siendo aun instruido, estaría imposibilitado de establecer: de dónde está disparándose; quiénes disparan; por qué disparan... Y los disparos metafóricos podrían equivaler perfectamente a mentiras muy literales. Y puede mentirse de formas muy sutiles: no sólo falseando información; sino también omitiendo algunos datos y colocando y exagerando y hasta tiñendo otros...


Entonces, ¿importa o no la identidad de los wikipedistas? Esta cuestión la propongo como un tema a considerar: si esto afecta o no a la credibilidad de Wikipedia, ya dependerá de cada quien juzgarlo; más allá de estudios que pongan al mismo nivel a la enciclopedia libre y a la británica.

VIII


En todo caso, Wikipedia es una buena herramienta y brinda sobre un tema un marco general. No obstante, debe considerarse sólo como el primer paso de cualquier búsqueda. Y acaso esto se aplique no sólo a la enciclopedia libre ni sólo a la Enciclopedia Británica sino hasta a la propia Espasa Calpe.

Ahora, respecto a Wikipedia, según un estudio «la versión alemana de la enciclopedia virtual es la más diversa; la anglosajona, la más seria, y la española, la menos fiable» (5; mis destacados). Por ende, al menos, en la versión castellana de la enciclopedia libre, a dos conclusiones podemos arribar: primero, no despreciemos tanto a las viejas enciclopedias impresas; segundo, no nos conformemos sólo con consultar a la popular enciclopedia online cuando naveguemos en Google.

Ahora, según algunas tesis leídas por ahí, en Wikipedia la información valdría por ser fruto no de la rigurosidad; sino del pacto acordado por la mayoría: en otras palabras, la información es verdadera no por su verificación ni por su investigación sino por el consenso mayoritario; o sea, sólo importaría una verdad consensuada. Ojalá me dé tiempo para siquiera dialogar con estas tesis. Aunque algo puedo adelantar: las cosas son verdaderas por su propia naturaleza intrínseca, no obligatoriamente por acuerdos mayoritarios; la mayoría en ocasiones también puede equivocarse; la voz del pueblo no siempre es la voz de Dios (a diferencia de lo sugerido por un viejo refrán); al respecto, la Historia ha dado muchos ejemplos, como el del Nazismo...


Bibliografía

(1) Ramírez, Cristóbal. « La venganza de los ‘amateurs’». El País [España] 20 de junio de 2010, Sociedad




 

(5) «La Wikipedia no es totalmente confiable». Ciencia y Tecnología. Perú 21  14 de junio de 2010


-------------------

Publicado originalmente en Donare

----------------------------------



martes, junio 29, 2010

Otra reseña sobre la película La Ola

Sobre el film germano La Ola, sugiero esta interesante reseña de Marta Salazar, abogada chilena, quien ubica a esta película dentro de un contexto más detallado por conocerlo de primera mano, pues ella actualmente reside en Alemania. Y, Marta, muchas gracias por enlazar mi texto en tu tan recomendable blog Alemania Economía Sociedad y Derecho

lunes, junio 21, 2010

La Ola: el fantasma siempre latente de una tiranía...

Fuente de la imagen: gezurrak.files.wordpress

En la película La Ola (Die Welle, Alemania, 2008), el profesor Rainer Wenger (Jürgen Vogel) aborda en un curso el tema de La Autocracia. Dentro de la clase, van planteándose algunos factores que suelen favorecer un régimen totalitario: desinterés político, crisis económica o social, etcétera...

No obstante, de acuerdo al consenso general de aquel salón, en la Alemania actual, ninguna dictadura tendría ya cabida por motivos varios: los tiempos han cambiado, el pueblo germano ha aprendido ya de sus errores, ya son inexistentes las difíciles condiciones en las que surgió por ejemplo el Nazismo, etcétera...

Empero, el profesor Wenger parece dudar de esas afirmaciones y propone a sus alumnos un experimento, a saber: todos conformarán un grupo e irán asumiendo diversos elementos que los haga sentirse cohesionados y que los distinga de otras aulas.

De esa manera, aquel grupo se denomina La Ola y comienza a usar un uniforme (una camisa blanca) y a adoptar los mismos códigos y conductas y reglas y a repetir ciertas arengas: «Fuerza a través de la unidad.... Fuerza a través de la acción...».

Posteriormente, aquel movimiento termina asumiendo un símbolo y un saludo y hasta abriendo un sitio en MySpace. Lógicamente, aquel colectivo es liderado por el maestro Wenger (quien tiene el aspecto de un skinhead otoñal reformado, aunque se le atribuye en el argumento simpatías libertarias: al inicio del film, el singular pedagogo desea enseñar no sobre la autocracia sino sobre la anarquía, aunque se ve frustrado en sus pretensiones)

II

Otros alumnos van sumándose a aquel experimento. Aquella clase va incrementándose en número... Comienza a ser separado todo aquel que piense distinto y que vista sin el uniforme, caso como el de Karo (Jennifer Ulrich). No hay lugar para las disidencias. Y en algún momento, se llega hasta a negar acceso a quien no cumpla con las reglas impuestas por La Ola...

Así las cosas, un proyecto escolar va mutando en un cierto sectarismo que empieza a destellar arbitrariedad e intolerancia, síntomas de un cierto totalitarismo a escala escolar (según el presumible planteamiento de esta cinta, aquella escuela secundaria sería como un modelo a escala de un fenómeno factible en una sociedad bajo ciertas condiciones).

III

Al inicio del film, cuando aquel experimento estudiantil empieza su proceso, nada excede a un panorama que podrá considerarse como muy particular pero que tampoco es improbable en algún centro educativo (y esto aun cuando algunos incurren en un vandalismo que sin embargo más busca llamar la atención y al que el educador Wenger acaba reprobando y controlando)... Entonces, de ser así, ¿por qué después esta agrupación juvenil va cobrando poder e influyendo y expandiéndose y hasta perfilándose tenuemente como un semillero de alguna movida ideológica o hasta paramilitar?

IV

La Ola no es en sí misma tan poderosa, pero logra imponerse y arraigarse tanto por un detalle: un terreno propicio para el fanatismo. En otros términos, los integrantes de por sí son vulnerables e influenciables, no tanto por adolecer de una inmadurez e inseguridad propias de la edad, sino por tener en sus vidas privadas muchas carencias que aquel colectivo está comenzando a suplir, aunque no de la mejor de las formas. Y esto lo vemos más claro en Tim (Frederick Lau), quien acaso ve en el docente Wenger a una figura paterna

En suma, La Ola es fuerte por satisfacer erróneamente anhelos que sus adeptos anteriormente o no habían sabido o no habían podido satisfacer. Estos anhelos son hasta en sí mismos legítimos e inherentes a todos (reconocimiento, sentido de pertenencia, seguridad, afianzamiento de la personalidad), pero pueden manipularse, si son colmados erradamente con fines no altruistas sino pragmáticos o aun inescrupulosos (o siquiera experimentales)...
V

Dentro de aquel centro de estudios, paradójicamente, frente a aquel movimiento con ribetes fascistas, los más sugestionables son quienes inicialmente quieren solamente pasarla bien y exhibir una mentalidad presuntamente más abierta y una apatía e indiferencia frente a todo. Al principio de la historia, a muchos cualquier cosa les da lo mismo y viven más por inercia.

En cambio, no por carecer de convicciones sino justamente por tenerlas algo más claras, la estudiante Karo es más inmune a las embestidas de La Ola y muestra una mayor capacidad de crítica e independencia de criterio.

En la primera parte de la cinta, en contraste con muchos otros, cuando egresara de su centro de estudios, la adolescente tiene siquiera algunas metas definidas sobre su vida: por lo pronto, desea ir a Barcelona, dadas algunas inquietudes artísticas (al parecer).

Asimismo, a diferencia por ejemplo de su novio Marco (Max Riemelt), la muchacha siquiera pertenece a una familia razonablemente estable

Debido a estos rasgos, por contar con menos vacíos en comparación a otros (aunque esto en términos relativos), la chica cuenta con mayores recursos para sobreponerse a las presiones y al aislamiento social, para presentar oposición a la mayoría, para rebelarse negándose a usar uniforme y a adoptar el ideario y las prácticas impuestas por aquel grupo vestido con camisas blancas. En medio de todo, la joven es más lúcida al percibir en el resto algo que está o siendo anormal o descontrolándose.

VI

Hoy en día, las convicciones firmes y las verdades absolutas se asocian con la intolerancia o con el fundamentalismo o hasta con el fascismo (o con las connotaciones usualmente atribuidas al término fascismo). Más aún, en situaciones extremas, bajo esta lógica, tal vez hasta debas resignarte a algo: tus creencias podrán ser muy válidas y bien sustentadas, pero serán siempre relativas y refutables (y esto acaso podría denominarse relativismo), si acaso mejor te resulte estar privado de convicción alguna...

VII

Sin embargo, en sociedades que gocen de bienestar y de circunstancias normales y estables, no una crisis social o económica sino otros factores más sutiles vuelven a una tiranía un fantasma latente: escepticismo o apatía (todo me da lo mismo o no me importa nada), el renunciar a pensar (para qué filosofar tanto si mi sueldo siempre será el mismo), el individualismo (cualquier gobierno me da igual mientras mis intereses estén a salvo), la indolencia total no sólo hacia la Política sino también hacia cualquier ideal o cualquier asunto público o causa cívica o social (cuestiones no necesariamente vinculadas a algún proselitismo ideológico, pues todos tenemos derecho a nuestra independencia política, sin ser por esto considerados como irresponsables), escenario más agravado todavía si corresponde ya no a una clase de alumnos sino a una porción mayoritaria de una determinada población...

VIII

No obstante, curiosamente, contra toda dictadura, una sociedad estará más protegida no por adoptar un pleno relativismo ni por carecer de compromiso cívico alguno; sino por contar siquiera con unas cuantas certezas (a las que tampoco es imposible arribar por consenso en una democracia avanzada): o sea, más allá de una eventual pluralidad de pareceres (pluralidad en sí misma muy válida), hay ciertas cosas que siempre serán buenas o malas y que respectivamente deben defenderse o rechazarse (No por apuntar esto me estoy oponiendo a la tolerancia necesaria en toda sociedad civilizada para convivir con opiniones diversas y hasta opuestas, aunque ciertamente tampoco en todos los casos una mayoría determinada tiene la razón: verbigracia, en varias escenas, Karo es aparentemente la más intolerante y terca; empero, paradójicamente por lo mismo, ella acaba estando entre las pocas con el coraje suficiente para desafiar el sectarismo de los demás)

IX


Empero, aun en un caso extremo, si somos ya muy alérgicos a cualquier idealismo o activismo (postura por cierto muy respetable), bien nos favorecería por lo menos tener posiciones bien definidas ante ciertos temas. Porque un totalitarismo paradójicamente encuentra territorio fértil en quienes renuncian a creer en todo y en todos y restan importancia a cualquier asunto ajeno a la propia conveniencia, personas así descritas son semejantes a vasos vacíos que pueden llenarse con cualquier cosa... Porque finalmente en algo siempre acaba creyéndose, para bien o para mal (aun cuando presuntamente todo lo que te importe en la vida sea sólo pagar tus facturas)... En este contexto, cobra mayor sentido un viejo refrán repetido por algunas abuelitas: una cabeza vacía es el taller preferido del diablo...

X

En lo político o en lo social o en lo moral (o en cualquier aspecto imaginado), un relativismo puro sea acaso una ficción o vuelva más vulnerable a una sociedad. Pues en ese contexto algunas ideas siempre acabarán prevaleciendo de todas formas (para bien o para mal). Y porque son no forzosamente las mejores ni las más sensatas; sino porque son promovidas e impuestas por quienes gozan no precisamente de más prestigio sino de más fuerza o de más poder económico o político o mediático...

La verdadera libertad está no en carecer de ideas. La verdadera libertad está en tenerlas y hacerlas valer ante la amenaza de alguna manipulación o coacción o tiranía... Obviamente, también podemos ser libres hasta para ser descreídos de todo (y hasta esa libertad debe defenderse incluso en la hipótesis muy improbable de que no pudiese creerse en absolutamente nada)

Empero, de ese modo, seremos más frágiles, pues si no tenemos ninguna convicción, nada tenemos para hacer valer: seremos como una barca que estará a la deriva y que será arrastrada por cualquier Ola (como la del film)...

Así las cosas, dentro de esta película, el educador Wenger pudiera estar ignorando que la anarquía (su materia favorita) le representa a la autocracia no una antítesis sino un prolegómeno o un primo hermano... Pues en una anarquía plena (entendida ésta sea como utopía social o sea como uso coloquial) el más fuerte siempre termina imponiéndose...


---------------------------------------------

Publicado originalmente en Donare

-------------------------------------------------

sábado, abril 24, 2010

Paradojas de Internet: ¿es lo mismo conocer verdaderamente y conocer completamente?

Imagen obtenida de este sitio: Marnaluz.Net

Karen vive en México y su novio nigeriano, en Italia. Rafael es de Perú y tiene desde hace un año una novia japonesa en el otro lado del mundo. A Paola le pidieron matrimonio en un chat. A Neltlanesi la dejaron por una mujer virtual. A José Miguel la voz de su pareja le llega en Skype («El amor en los tiempos de Internet»).

Muchos aspectos han sido revolucionados por Internet en nuestra existencia. Entre ellos, se encuentran las relaciones personales (sentimentales, profesionales, etcétera).

En esta materia, como todo en la vida, a la Red (y a sus nuevos espacios comprendidos dentro de términos como redes sociales y Social Media) puede usársele para bien o para mal...

Sin embargo, en este tema (sobre todo vínculo personal en el Ciberespacio), enfoquémonos ahora en el lado positivo aunque para reflexionarlo

II

En Internet, podríamos conocer personas a quienes nunca hemos visto presencialmente pero tratamos más frecuentemente y sentimos más al alcance y tenemos más cosas en común en relación a mucha gente en nuestro entorno físico más próximo. Esto no lo planteo como regla general; pero podría darse...

A esto añadamos otro detalle: nuestros mensajes atraviesan vía virtual por un proceso con menos interferencias o filtros; nuestras ideas recorren un trayecto bastante despejado y corto desde la mente al teclado y a la persona o al público al otro lado del monitor; y esto al punto de poderse hablar no ya de rapidez sino de tiempo real.

Pero este proceso en tiempo real opera al exteriorizar no sólo nuestros mensajes sino además nuestros criterios de búsqueda; criterios que al digitarse en algún buscador, nos permite acceder a una información a veces tan sólo deseada mentalmente unos segundos antes...

Dados estos factores, incluso en comparación a la vida real, ubicamos con mayor rapidez y exactitud personas con la cuales compartimos los mismos intereses o aficiones o vocaciones o ideas o etcétera (esto gracias a diversos foros o grupos formados en redes sociales diversas como Twitter o Facebook); personas a quienes en la vida real o nunca hubiésemos conocido o hubiésemos conocido localizándolas en proporción muy inferior y demorándonos muchos años...

III

Así las cosas, estaríamos ante un escenario signado por el tiempo real y por grupos virtuales cada vez más afines en sus intereses y más sencillos de hallar; un escenario signado además hasta por cierta inclinación a digitar lo primero que pensamos (esto debido no necesariamente a irresponsabilidad sino a cierto automatismo y precipitación y coloquialidad condicionados por las nuevas tecnologías de la información)

Por todo esto, en el ámbito virtual, aun sin proponérnoslo, podríamos revelar ante otro cibernauta facetas nuestras muy auténticas e incluso jamás descubiertas por nadie dentro de nuestro mundo real más cercano; facetas quizás hasta inconscientes aunque activadas por la irreflexión y prisa e informalidad ya sugeridas en la comunicación en línea...

Y esto en sí mismo no es forzosamente malo, pues tampoco me estoy refiriendo a casos donde dos personas estén online desatando su lado oscuro y ventilándose confidencias o intimidades (aunque esto también pueda darse pero no venga al caso abordarlo); me estoy refiriendo más bien a aspectos nuestros totalmente diáfanos y legítimos que nos evidencian tal cual somos y que no precisamente ocultamos pero que suelen transparentarse y desarrollarse únicamente en un clima propicio, como cuando encontramos en la Red a otros con quienes coincidimos en muchas cosas y tratamos en este particular escenario signado por los elementos ya antes destacados; otros que incluso también podrían estarnos revelando dichas facetas...

IV

Sin embargo, si bien hasta este punto nada grave tendría por qué haber (aunque siempre sería recomendable cobrar consciencia de todo aquello que proyectamos), esta situación podría brindarnos la falsa ilusión de conocer en su integridad a un eventual interlocutor virtual, cuando se le estaría conociendo en una dimensión quizás sí genuina y hasta profunda pero no completa (y esto en el mejor de los casos): genuino y profundo y completo son adjetivos entre los cuales haya tal vez sí conexión pero no sinonimia; verbigracia, una mirada telescópica podría ser muy genuina y hasta profunda pero incompleta; más aún, algo verdadero y hasta profundo puede ser falseado con tal sólo presentarlo a medias…

V

Podría parecer controvertido atribuir una dimensión profunda a algún eventual vínculo online; sin embargo, valga la aclaración: una cosa es conocer a otro en ciertas dimensiones profundas y auténticas (que quizás puedan percibirse en línea pero que aun así continuarían siendo sesgadas); otra cosa es conocer a otro a profundidad y a plenitud (algo difícil aun en el mundo real, donde a muy pocos conseguimos verdaderamente conocerlos tanto, aun cuando los veamos físicamente)...

Dentro de esta lógica, si los romances online pueden parecernos siquiera verosímiles; entonces, verosímiles también podría parecernos alguna dimensión profunda en tales romances posibles incluso no por alguna atracción física; sino por afinidades psicológicas o intelectuales o espirituales que casi por definición son hondas pero que en la red seguirían mostrando sólo parcialmente a una personalidad...

VI

En suma, obviamente, dadas las características tan particulares del ciberespacio, sí podemos llegar a sentir un aprecio legítimo por alguien, aun cuando jamás lo hubiésemos visto personalmente, (sin tampoco llegar al extremo de alguna relación sentimental), algo normal hasta cierto punto; empero, en el mejor de los casos, ese aprecio se basará en un conocimiento telescópico que por ende estaría fragmentado y sujeto a las limitaciones propias del Internet. Y esto aun cuando entre dos cibernautas sí exista sinceridad.

VII

En nuestra comunicación, sólo una parte es verbal y escrita; otra gran parte es corporal: con todo nuestro ser y con todo nuestro caminar o desenvolvimiento o gestos o hasta vestir solemos expresarnos y revelar cosas adicionales o hasta opuestas a aquellas expresadas simplemente mediante palabras; cosas que jamás podremos percibir en la Red por las restricciones del medio…

Porque en el ciberespacio al otro sólo podremos conocerlo parcialmente: mientras a él o a ella los conozcamos no en la vida real sino sólo en la virtual, nuestro trato y comunicación nunca serán presenciales ni por tanto integrales, al estar mediatizados por textos escritos (en mayor medida) y por audio y video (en menor medida), al menos hasta cuando la tecnología avance más y nos permita como cibernautas percibirnos mediante hologramas o cosas así que sin embargo tampoco en ese supuesto suplantarían ni equivaldrían al intercambio personal entre dos.

En suma, la vida real siempre será la vida real; la vida virtual siempre será la vida virtual... Ambas cosas no deben confundirse ni equipararse...

-----------------------------

Bibliografía

«El amor en los tiempos de Internet». Cultura y sociedad. BBC Mundo 19 de marzo de 2010

-----------------------------------------

Publicado originalmente en Donare

----------------------------------------------------