viernes, junio 10, 2005

Galileo: ¿confrontación entre Fe y Razón?

Por razones didácticas, el presente tema lo dividiré en los siguientes artículos:

I.- la genialidad y la controversia

II.- la Teoría Heliocéntrica

III.- la idea de la experimentación...

IV.- Conclusiones

Estos artículos son más trabajos de investigación que de creación, pues sólo he ordenado y sintetizado información especializada, densa y algo dispersa de otras fuentes, que indico para quienes quieran profundizar; información que he intentado plasmar de manera didáctica, algo que ustedes juzgaran, y complementar con algunos apuntes personales...


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Entender si Galileo simboliza la confrontación entre Fe y Razón implica averiguar si era propiamente un hereje y un experimentador ortodoxo.



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Portada de la edición de 1632 del Dialogo en torno a los dos grandes sistemas del mundo, el tolemaico y el copernicano, donde Galileo proponía el Heliocentrismo

I.- La genialidad y la controversia

Galileo Galilei nació en Piza en 1564 en el seno de una familia acomodada. Recordado principalmente como astrónomo, su genialidad tuvo logros en diversas áreas: estableció la Universalidad de la Caída Libre (la gravedad acelera todos los objetos del mismo modo, sin importar su masa o composición); introdujo los infinitesimales; inventó el termómetro (termómetro lento) y prácticamente, el telescopio[1]...

Pero esa misma genialidad conllevó también la controversia y no necesariamente con la Iglesia Católica. Galileo solía divulgar sus ideas no ganándose a sus adversarios, sino confundiéndolos, refutándolos, ridiculizándolos y exasperándolos, por eso quizás muchos de ellos se distanciaron de la verdad, más por amor propio que por no querer hallarla[2]. Estos enemigos talvez influyeron en que Galileo confrontara al Santo Oficio, como después veremos, y terminara simbolizando la aparente confrontación entre Fe y Razón, tema principal de este conjunto de artículos...

Para entender que tanto Galileo simboliza esta confrontación, hay que averiguar si era propiamente un hereje y un experimentador ortodoxo, para lo cual profundizaremos en dos de los muchos méritos de su brillante carrera académica: la Teoría Heliocéntrica y la idea de la experimentación, tal como la conocemos ahora...

[2]Cfr: íbidem

II.- La Teoría Heliocéntrica

¿QUÉ SE CREÍA ANTES?

Según Aristóteles los cuerpos no podían moverse por sí mismos y siempre estaban quietos (buscaban estados naturales de reposo), salvo que un movimiento natural los llevara hacía abajo (caso de objetos pesados como una piedra) o hacia arriba (caso de objetos livianos como el humo), o salvo también que un movimiento violento empujara o tirara a los objetos pesados[1].

Por eso durante siglos imperó la idea de que la Tierra estaba en un lugar natural de reposo, porque era un objeto muy pesado y no sujeto a ningún movimiento natural (adónde podía caerse la Tierra) o violento (¿qué fuerza descomunal podía empujarla o tirarla?). Por tanto lo más lógico era pensar que la Tierra no se movía y que el resto del universo de movía en torno a ella[2].

Repentinamente Copérnico (1473-1543) contrarió en plena edad media la larga tradición de la idea antropocéntrica de Aristóteles, afirmando que la Tierra giraba alrededor del Sol y no a la inversa[3]. Entonces los problemas empezaron.


INDICIOS QUE HICIERON QUE GALILEO COINCIDIERA CON COPÉRNICO: LA FRICCIÓN Y LA INERCIA

Galileo fue el primero en adoptar en el siglo XVI las ideas excéntricas de Copérnico. Consideró razonable que la tierra girara alrededor del Sol y que no requiriera de una enorme fuerza para moverse. Aunque a él le importaba sólo cómo operaba el movimiento de los objetos y no, qué los producía[4].

Por eso se centró en el estudio de hechos cotidianos y concluyó que los objetos estaban en continuo movimiento, salvo que sufrieran la fuerza de la fricción: cuando dos cuerpos resbalaban uno sobre otro, las irregularidades de sus superficies se rozaban. Por tanto si esa fricción no existiera los cuerpos estarían en continuo movimiento (se contradecía la teoría aristotélica de que los cuerpos siempre estaban quietos, salvo que sufrieran movimientos naturales o violentos). Es decir, sólo en caso de fricción, los cuerpos dejaban ligeramente de moverse solos[5].

Galileo detectó además la fuerza de la inercia: resistencia que presentaban los cuerpos al cambiar su estado de movimiento[6]; resistencia como la que pondría el cuerpo de alguien caído de bruces por frenar abruptamente una veloz bicicleta

Al comprobar con la fricción y la inercia que los cuerpos estaban en continuo movimiento, Galileo comenzó a coincidir con Copérnico: quizás la teoría aristotélica estaba errada; quizás la Tierra giraba en torno al Sol y no a la inversa. Esto nos plantea una de las preguntas iniciales, si Galileo era propiamente un hereje por llegar a estas conclusiones; pregunta que nos remite a algunos aspectos de su confrontación con el Santo Oficio, tema sobre el que en un artículo de Mariano Artigas hallé datos muy reveladores que expondré a continuación...

LA IGLESIA: ¿CONTRARIA AL HELIOCENTRISMO[7]?
Muchos religiosos consideraban interesante la Teoría Heliocéntrica, sin que fueran considerados herejes. Como ejemplo destaca el cardenal Roberto Belarmino, uno de los teólogos más influyentes de entonces, quien le advirtió a Galileo en una carta que no había ningún problema con que su Heliocentrismo lo utilizara sólo como una hipótesis astronómica, que sin embargo no debía plantearla como verdadera ni sustentarla con argumentos teológicos, advertencia hecha en 1616, 17 años antes de que Galileo confrontara al Santo Oficio (1633).

Otro ejemplo era el del propio Papa Urbano VIII, quien no consideraba el Heliocentrismo como una herejía, pero sí como una posición doctrinalmente temeraria, que además no había manera de demostrar, porque para la ciencia de aquella época era imposible. Es más, Urbano VIII afirmaba que esa teoría era explicada con datos que bien podrían deberse a otras causas. Es decir, la relación causa-efecto entre el hecho de que la tierra se movía y los datos que sustentaban tal hipótesis no era del todo clara...

Otro ejemplo está en la figura del dominico Niccolò Riccardi, encargado de dar el permiso eclesiástico a la obra titulada Dialogo en torno a los dos grandes sistemas del mundo, el tolemaico y el copernicano, donde Galileo proponía el Heliocentrismo. Riccardi otorgó después de un año dicho permiso para que aquella obra se publicara en Florencia, pero bajo la condición de que el Heliocentrismo se planteara como una hipótesis matemática y no como una representación de la realidad, algo que Galileo señaló en la introducción de su obra, pero quizás no con toda la claridad deseada.

Pregunta: ¿entonces por qué Galileo terminó en el Santo Oficio? No se tiene certeza de las razones por las que el Papa se enfadó con él y ordenó procesarlo, pero tres razones se señalan, entre otras:

Primero, Galileo siempre atribuyó esto a las intrigas de sus enemigos, muchos de los cuales eran prestigiosos académicos y tenían muchas razones para guardarle encono, por motivos ya explicados...

Segundo, El Dialogo... parecía afectar al Cristianismo porque contenía críticas muy fuertes contra la Filosofía Aristotélica, usada al menos desde el siglo XIII como ayuda a la Teología; filosofía que en sí misma era irreprochable, pero que en aquel contexto parecía amenazada desde que se cuestionaba la idea antropocéntrica de Aristóteles.

Tercero, estaba en apogeo la guerra de los treinta años, que dividía a Europa entre católicos y protestantes. Por tanto, aunque El Dialogo... tenía permiso eclesiástico (por eso no podía calificársele de herético[8]), en ese contexto no era difícil que muchos enemigos de Galileo despertaran al Papa suspicacias en torno a esa obra...

Galileo es sentenciado por el Santo Oficio en 1633, y el 17 de diciembre de ese año ya estaba en su casa, donde vivió hasta su muerte en 1642, lapso en el que escribió Discursos y demostraciones en torno a dos nuevas ciencias, donde termina de plantar las semillas de la ciencia experimental moderna, que casi no existía y que lo tuvo casualmente a él entre sus padres fundadores...

45 años después de fallecido Galileo, Newton consolidaría mucho de sus aportes a la ciencia experimental moderna en la obra Principios matemáticos de la filosofía natural (1687).

Por tanto cabe destacar que Galileo murió por causas naturales y no en la hoguera, de lo contrario no hubiera podido escribir Discursos... que hizo que muchos lo consideraran como el padre de toda la Ciencia Moderna. Puede resultar ridículo aclarar que Galileo no murió en la hoguera, pero no es raro encontrar a quien así lo cree, porque quizás algunos mitos calan más profundamente en el imaginario de las personas que los libros de Historia...

[1]http://www.cienciaredcreativa.org/informes/caida%202.pdf
Cfr:: Aristóteles vs. Galileo: Caída libre de un cuerpo y el movimiento a lo largo de la historia
María Inés Aguilar, Mariana Ceraolo y Mónica Pose

[2]En este párrafo Cfr: ídem

[3]En este párrafo Cfr: ídem

[4]En este párrafo Cfr: ídem

[5]En este párrafo Cfr: ídem

[6]En este párrafo Cfr: ídem

[7]http://www.aciprensa.com/controversias/galileo.htm
La información de este subtítulo (La iglesia: ¿contraria al Heliocentrismo?) pertenece al siguiente artículo:
Cfr: Lo que deberíamos saber sobre Galileo
Mariano Artigas.

[8] En su mencionado artículo, Mariano Artigas hace todo un desarrollo interesante de por qué la tesis de Galileo no podía considerarse una herejía en aquel entonces

III.- La idea de la experimentación

¿POR QUÉ LA EXPERIMENTACIÓN FUE UNA NOVEDAD?

A Bacon (1561-1626) se le critica por haber subestimado el alcance de las matemáticas en su método inductivo, conformándose con recavar hechos de la naturaleza para probar un descubrimiento.

A Descartes (1596-1650) se le critica por haber subestimado la importancia de la experimentación en su método deductivo basado en las Matemáticas.

Pero Galileo fue pionero en combinar el cálculo y la experimentación para probar sus descubrimientos, por eso se le atribuye la creación del método experimental hipotético-deductivo, que se desprende de sus obras El Discurso... y El Dialogo...

Es más, entre otras razones, es considerado uno de los padres de la Ciencia Moderna porque concibió la noción de la experimentación tal cómo la conocemos ahora.

¿Dónde queda entonces el aporte de Bacon, quien ya hablaba de sacar hipótesis a partir de la observación de múltiples hechos similares en la naturaleza? ¿Acaso eso también no es experimentar?

Galileo plantea en dicho método experimental hipotético-deductivo 4 etapas: observación, hipótesis, consecuencia y experimentación.

Por tanto, observación (primera etapa) y experimentación (última etapa) son diferentes. Observación es comprobación de un fenómeno tal como se presenta en la naturaleza (Bacon habría llegado sólo hasta la observación), pero como ese fenómeno natural pudo ser casual se verifica en una etapa de experimentación, recreada para verificar el fenómeno natural inicialmente observado (Galileo habría llegado hasta la experimentación) [1].

Además de quedarse en la fase de observación, Bacon veía necesaria la observación repetida de muchos hechos similares en la naturaleza para llegar a una hipótesis. Pero la observación de Galileo era diferente, porque podía requerir sólo un hecho observado o algunos pocos de ellos para llegar a una hipótesis. Así, a Galileo no le importaba la fuente de la hipótesis (la observación de un solo hecho, pocos o muchos), sino sus consecuencias y verificación en la fase experimental[2].


LOS EXPERIMENTOS PENSADOS DE GALILEO: ¿EXPERIMENTOS EN SENTIDO ESTRICTO?

Para responder a la otra gran pregunta de si Galileo era un experimentador ortodoxo, habría que analizar otra de sus grandes novedades, los experimentos pensados, consistentes en emplear las matemáticas para sacar conclusiones que, pudiendo ser ciertas, en la realidad no eran tan evidentes[3].Por eso empezó a emplear los métodos cuantitativos, que contribuyeron al desarrollo industrial de occidente y que fueron reemplazando a los métodos cualitativos, que respondían a la tradición medieval[4]. ¿Y qué son los métodos cuantitativos y cualitativos?

El medieval método cualitativo se centraba en las cualidades naturales de la realidad, mientras el método cuantitativo lo hacía en las cualidades medibles de la misma.

Un ejemplo de los medievales métodos cualitativos lo brindaba Ostilio Ricci, uno de los maestros de Galileo, quien evitaba la abstracción, sin nada de Álgebra ni Geometría, interesándose sólo en cuestiones prácticas, como determinar el peso de los cuerpos sin necesidad de recurrir a la balanza...

Tanto se aficionó Galileo a los métodos cuantitativos que algunos sugieren que no era un experimentalista en sentido estricto, aunque era aficionado a los instrumentos, pues la mayoría de sus experimentos eran matemáticos, y muchos de los que anotaba en su cuaderno eran imposibles para la tecnología del momento. Además, se le atribuye haber afirmado en una ocasión que el poder de su mente hacía innecesario realizar experimentos[5].

No obstante, entrar a debatir si Galileo fue o no fue un experimentalista en sentido estricto nos llevaría ya a ámbitos quizás filosóficos...

Sólo cabe resaltar que en lenguaje coloquial podría parecer lo mismo observar y experimentar, pero el observador es un mero testigo del fenómeno natural y sólo toma nota, pero el experimentador recrea ese fenómeno en el laboratorio para ver si lo observado en la naturaleza fue casual o si responde a una constante (medible)[6].

Además, el experimentador puede modificar algunas variables observadas en la naturaleza, para obtener resultados distintos y acordes al fin que persiga[7].

[1]http://educacion.jalisco.gob.mx/consulta/educar/01/01Victor.html
Cfr: Hipótesis, leyes, modelos y otras cosas
Victor M. Celis Ramírez, Coordinador de la Univeridad de la Unidad de investigación de la Dirección de Normales de la Secretaria de Educación (Méjico)

[2]http://www.das.uchile.cl/~jose/9-bacon-descartes.html
Cfr: El Método Científico: Bacon y DescartesJosé Maza Sancho, Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Universidad de Chile

[3] Cfr: Íbidem

[4]http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd97/Biografias/11-1-b-galileo.html
Toda la información sobre los métodos cuantitativos y cualitativos fue extraída de la siguiente fuente:
Cfr: uno de los documentos que recoge la exposición: La revolución científica en torno a Galileo y Newton, Malaga, 1992.
Figuran como autores de dicha web Luis Pérez Bernal y Emilio Prados

[5] http://cariari.ucr.ac.cr/~mortega/notas1
Cfr: Notas del profesor Manuel Ortega Rodríguez, Universidad de Costa Rica.
El profesor Ortega pone como referencia el siguiente libro:La Tensión Esencial (Capítulo III), Fondo de Cultura Económica, 1982.Kuhn, Thomas

[6] http://educacion.jalisco.gob.mx/consulta/educar/01/01Victor.html
Cfr: Hipótesis, leyes, modelos y otras cosas.
Victor M. Celis Ramírez, Coordinador de la Univeridad de la Unidad de investigación de la Dirección de Normales de la Secretaria de Educación (Méjico)

[7] Cfr: Ídem

IV.- Conclusiones

Al final podemos concluir que Galileo no era un hereje, pero tampoco un experimentador en sentido estricto. Es más, la propia Teoría Heliocéntrica se fundaba más en hipótesis matemáticas que en pruebas empíricas, imposibles de lograr con los medios de la época, uno de los motivos principales de su confrontación con el Santo Oficio. Pero el sólo hecho de haber diferenciado la experimentación de la observación es un gran mérito, entre otros, para considerarlo uno de los padres fundadores de la Ciencia Moderna. Quizás este sea un primer paso para salvar la aparente confrontación entre Fe y Razón...