La Clonación siempre me ha despertado fantasías siniestras. Qué tal si la Ingeniería Genética nos posibilitara reemplazar un pulmón defectuoso, cual autoparte, por uno sano y cultivado en un organismo vivo como el de nuestros respectivos clones. Qué tal si con dinero suficiente pudiéramos tener no uno sino muchos clones de repuesto para los mismos fines. Qué tal si pudiéramos clonar muchas veces a alguien que nos gusta. Ya no nos preocuparía si nos corresponde o no porque tendríamos múltiples opciones. Pero en esto último mis locas ilusiones se estrellaron cuando recordé que ya estaría viejo para cuando esas clonas estuvieran adultas… No me culpen por estas fantasías, pero parecerían ingenuas comparándose con las de quienes se creen exonerados por la Ciencia para jugar a dioses.
Mi afiebrada imaginación se vio parcialmente reflejada en La Isla (2005), película de Ciencia Ficción que me sorprendió su fracaso taquillero, cuya responsabilidad los productores quisieron atribuir a la protagonista, Scarlett Johansson, quien a su vez se defendió recriminándoles los errores de publicidad de esta cinta.
Alguna razón debía tener Johansson, pues esta producción tenía muchas razones para correr mejor suerte, pues si no será un pequeño clásico, al menos sí un referente que invita a pensar.
A La Isla se le consideró alcanzada por la Ciencia actual cuando supuestamente la Clonación ya era una realidad: el científico coreano Hwang Woo-Suk escribió en un artículo del 2004 haber producido células madre a partir de un embrión humano clonado, pero en 2006 un comité de la Universidad de Seúl desacreditó estos logros de Hwang, a quien no obstante le reconocieron haber creado al primer perro clonado del mundo. Al final amplío el tema sobre las Células Madre y la polémica que generan (ver nota 1).
Visos anticipatorios de La Isla
Si no en el plano científico, La Isla conservaría sus visos anticipatorios cuestionando a los adelantos genéticos, en especial la clonación, si no se sujetan a una Bioética que, sin oponerse ciegamente a la Ciencia, sepa fundamentar por qué no todo lo que puede debe hacerse, algo que conlleva preguntas controvertidas: primero, somos sólo animales más evolucionados o nos distingue algo más que la simple dimensión biológica, para evitar ser considerados como simples conejillos de indias; segundo, en qué radica nuestra dignidad como humanos, porque de tratarse sólo de inteligencia los delfines también son muy aventajados; tercero, el óvulo fecundado es vida en sí mismo o recién cuando anida en el útero, como ciertas tesis sostienen, porque de allí dependerá que sea o no legítimo considerarlo material biológico para experimentos.
Estas preguntas no se reducen al ámbito metafísico: podrían decidir no sólo el rumbo de los adelantos genéticos sino también frenar sus inescrupulosas aplicaciones, temas que reclaman un consenso ético de toda confesión o ideología, las que al margen de sus diferencias si en algo podrían coincidir es en el valor de la vida. Al menos eso espero… Pero ¿todo esto es suficiente para decir que La Isla tiene visos anticipatorios?
Clones de repuesto, experimentos con humanos… ¿Exagerado?
Utilizando recursos comerciales (escenas de acción y efectos especiales), La Isla enfoca críticamente a la Clonación. Nos presenta a unos clones vistos como proveedores de órganos de repuesto, posibilidad algo difícil porque aun bajo una lógica de escalofriante pragmatismo, y como avanza la Ciencia, más fácil sería generar un órgano no de un clon sino de una Célula Madre Adulta o Embrionaria, aunque ésta última conlleva dilemas éticos (ver nuevamente nota 1). En todo caso, las pretensiones anticipatorias de La Isla al menos estarían avaladas por su mensaje de fondo: sus advertencias sobre la instrumentalización del ser humano por las aplicaciones inescrupulosas de los avances genéticos, pues la clonación de personas y/o la manipulación de sus ADN pueden tener muchos otros fines igual de preocupantes aunque no se manifiesten tal como los plantea esta cinta.
Mi afiebrada imaginación se vio parcialmente reflejada en La Isla (2005), película de Ciencia Ficción que me sorprendió su fracaso taquillero, cuya responsabilidad los productores quisieron atribuir a la protagonista, Scarlett Johansson, quien a su vez se defendió recriminándoles los errores de publicidad de esta cinta.
Alguna razón debía tener Johansson, pues esta producción tenía muchas razones para correr mejor suerte, pues si no será un pequeño clásico, al menos sí un referente que invita a pensar.
A La Isla se le consideró alcanzada por la Ciencia actual cuando supuestamente la Clonación ya era una realidad: el científico coreano Hwang Woo-Suk escribió en un artículo del 2004 haber producido células madre a partir de un embrión humano clonado, pero en 2006 un comité de la Universidad de Seúl desacreditó estos logros de Hwang, a quien no obstante le reconocieron haber creado al primer perro clonado del mundo. Al final amplío el tema sobre las Células Madre y la polémica que generan (ver nota 1).
Visos anticipatorios de La Isla
Si no en el plano científico, La Isla conservaría sus visos anticipatorios cuestionando a los adelantos genéticos, en especial la clonación, si no se sujetan a una Bioética que, sin oponerse ciegamente a la Ciencia, sepa fundamentar por qué no todo lo que puede debe hacerse, algo que conlleva preguntas controvertidas: primero, somos sólo animales más evolucionados o nos distingue algo más que la simple dimensión biológica, para evitar ser considerados como simples conejillos de indias; segundo, en qué radica nuestra dignidad como humanos, porque de tratarse sólo de inteligencia los delfines también son muy aventajados; tercero, el óvulo fecundado es vida en sí mismo o recién cuando anida en el útero, como ciertas tesis sostienen, porque de allí dependerá que sea o no legítimo considerarlo material biológico para experimentos.
Estas preguntas no se reducen al ámbito metafísico: podrían decidir no sólo el rumbo de los adelantos genéticos sino también frenar sus inescrupulosas aplicaciones, temas que reclaman un consenso ético de toda confesión o ideología, las que al margen de sus diferencias si en algo podrían coincidir es en el valor de la vida. Al menos eso espero… Pero ¿todo esto es suficiente para decir que La Isla tiene visos anticipatorios?
Clones de repuesto, experimentos con humanos… ¿Exagerado?
Utilizando recursos comerciales (escenas de acción y efectos especiales), La Isla enfoca críticamente a la Clonación. Nos presenta a unos clones vistos como proveedores de órganos de repuesto, posibilidad algo difícil porque aun bajo una lógica de escalofriante pragmatismo, y como avanza la Ciencia, más fácil sería generar un órgano no de un clon sino de una Célula Madre Adulta o Embrionaria, aunque ésta última conlleva dilemas éticos (ver nuevamente nota 1). En todo caso, las pretensiones anticipatorias de La Isla al menos estarían avaladas por su mensaje de fondo: sus advertencias sobre la instrumentalización del ser humano por las aplicaciones inescrupulosas de los avances genéticos, pues la clonación de personas y/o la manipulación de sus ADN pueden tener muchos otros fines igual de preocupantes aunque no se manifiesten tal como los plantea esta cinta.
Una aproximación inicial a estas cuestiones bien sería preguntarnos si es legítimo considerar al óvulo fecundado como objeto de experimentación, porque bien podría ser un primer paso para que similar suerte corran adultos eventualmente considerados prescindibles por criterios tan arbitrarios como los eugenésicos. ¿Exagerado? Con todo el margen de error que quieran señalar, sólo trataremos de especular cómo una cosa podría llevar a la otra: primero diremos que los óvulos fecundados serán vida no desde la concepción sino desde que aniden en el útero; después, que por ejemplo desde la cuarta semana de gestación; después, que desde el momento en que nazcan vivos; después, ¿que desde que tengan uso de razón y así sucesivamente? Y es que algunas conclusiones nos serán inevitables según las premisas de las que partamos. Es decir, si al óvulo fecundado lo definimos como vida por cualquier criterio menos por el de su propia esencia (existente ya desde la concepción), entonces lo mismo podría ocurrir con personas ya nacidas, pues el valor de la vida será muy relativo, ya no dependiendo de su naturaleza intrínseca sino de factores externos a ésta y dependientes a veces de criterios muy arbitrarios, como por ejemplo de ubicación (como ya dije: la vida no empieza desde la concepción sino sólo desde que el óvulo fecundado anida en el útero); de tiempo (sólo si el feto tiene seis meses de gestación, por ejemplo); de eugenesia; de régimen legal (capaces o incapaces), de uso de razón (por ejemplo el caso Schiavo, ver nota 2). ¿Exagerado? Mucho pueden influir adecuadas justificaciones jurídicas e ideológicas promovidas por eficientes estrategias de concientización. No pretendo ser tremendista ni subestimar el discernimiento de la opinión pública, pero aun así… Y de allí no veo lejano el preguntarnos por qué no experimentar con ciertas personas, como los que tienen síndrome de Down. ¿Exagerado? Podrá decirse que es inconcebible experimentar con personas porque todos tenemos dignidad, que sin embargo parecerá muy abstracta cuando lo concreto sea que eso adelantaría décadas muchas investigaciones, ahorrando millones a muchas trasnacionales, lógica muy pragmática que podría incluso hallar justificaciones aparentemente humanitarias, aunque sean muy maquiavélicas, por ejemplo este hipotético lema publicitario: salva millones de vidas permitiendo experimentar con una… ¿Exagerado? No existirá otra base más sólida para siquiera argüir contra aplicaciones inescrupulosas de adelantos genéticos como la Clonación, si el criterio fundamental para valorar la vida no es su valor intrínseco, principal cimiento de todo Derecho Humano; cimiento que en tal caso sería fácilmente desmoronado como castillo de arena por los más variados vientos de campañas de Marketing o negociaciones económicas o políticas. Todo Derecho Humano sería muy relativo. ¿Exagerado? Podríamos reclamar que somos personas dignas y bien podrían exigirnos que lo demostremos, y lo más preocupante será que no sabremos cómo hacerlo, porque finalmente cómo definir la dignidad, en qué sustentarla, si respecto a la vida ni siquiera sabemos si vale por su propia esencia o por otras consideraciones externas a ella. Una cosa lleva a la otra: si el valor de la vida no se fundamenta principalmente en su propia esencia entonces cualquier criterio sería válido para fundamentarlo; criterios como los ya mencionados y muchas veces tan efímeros como arbitrarios. Podrá haber criterios muy humanistas pero muy débiles frente a otros muy pragmáticos, para los que toda consideración ética bien podría ser muy relativa si no puede demostrarse científicamente. No quiero ponerme tétrico, como dije líneas arriba sólo estoy especulando, quizás estas reflexiones darían material no tanto para la reseña de una película sino para un cuento corto de utopía negativa; reflexiones que sin embargo pretenden exponer la necesidad de hallar sentido a términos como dignidad humana, que paradójicamente por darlos por sobreentendidos terminan pareciendo muy etéreos, más actualmente, cuando muchas palabras se resemantizan por los vaivenes de muchas modas ideológicas o intereses. Lo preocupante es que la posibilidad de experimentar con humanos está latente ya no en un futuro próximo sino en un presente muy probable, tal como me lo sugirió otra película recomendable como El Jardinero Fiel (2005). ¿Ya dramatizo demasiado? Ojalá…
¿Cómo te diferenciarás de tu clon si son idénticos?
La Isla tiene una escena en que la protagonista no sabe si está ante su compañero, clon como ella, o ante el original del cual éste provino. Finalmente lo reconoce por un rasgo de personalidad, trascendiendo así el parecido físico, detalle que nos recuerda que, como humanos, no nos reducimos sólo a una dimensión biológica, pues incluso nuestros eventuales clones nunca serán exactamente iguales a nosotros, porque tendrán sus propias vivencias, traumas o alegrías que moldearan su propia personalidad, única e irrepetible. Aun en la forzada hipótesis de que con ellos compartamos ya no sólo idénticos ADN sino también experiencias y ambientes de crianza, siempre cada uno podrá moldear opiniones muy diferentes y hacer elecciones hasta opuestas, como en la pareja: a mí me pueden gustar las morenas porque me recuerdan a mi profesora de primaria y a mi clon, las castañas porque le recuerdan a la vecinita de al lado que a mí me caía antipática. Por eso todas las semejanzas del mundo nunca podrán lograr dos personas exactamente iguales, porque si algo jamás podrá clonarse será el alma, si es que creemos que tenemos una. Al respecto un artículo en la agencia periodística Aceprensa señalaba como experimentos con animales revelaban algunas diferencias entre clones: «…entre los ejemplares de un clon se dan diferencias relevantes en la expresión de los genes. En experimentos con animales se han detectado mayores diferencias entre fetos clónicos (…) que entre medios hermanos obtenidos por fecundación in vitro o inseminación artificial…» (Mis resaltados).
Si estas diferencias se dan en la clonación de animales mucho más en la de humanos. La Isla me agradó porque me inspiró muchas reflexiones como éstas, de allí que en esta reseña mía hubiera tantas digresiones.
Quizás parezca muy excéntrico ponerse a a esbozar casi una utopía negativa o a filosofar sobre nuestros clones, sobre qué tanto se asemejaran o diferenciarán de nosotros, pero la Ciencia avanza tan rápido que ya uno no sabe…
No se me quita de la cabeza que el fracaso de esta cinta se explique no tanto por su carencia de público como porque su visión crítica de la Clonación pudiera haber rozado con ciertos intereses económicos (como los implicados en el área de la Genética). Quizás por eso la promoción de la película fue deficiente, como sugirió la bella Johansson. Hay producciones similares menos interesantes con mayor éxito. O serán otras de mis fantasías… Ojalá…
Información básica sobre la película La Isla:
Dirección: Michael Bay
Protagonistas principales: Ewan McGregor y Scarlett Johanson
País: USA
Año: 2005
Bibliografía:
«Crece escándalo de Hwang».Ciencia y Tecnología. BBC [Londres] 10 enero 2006.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_4597000/4597652.stm
Fernández, Joaquín. «La Isla». Revista de Cine La Butaca. (2005).
http://www.labutaca.net/films/34/laisla5.htm
Reseña del artículo « ¿Por qué tanta prisa por clonar seres humanos?», del Doctor Neville Cobbe. Aceprensa 24 de Mayo de 2006, 059/06.
http://www.aceprensa.com/art.cgi?articulo=12592
«Scarlett se queja». http://www.espectaculostvazteca.com/. Televisión Azteca 19 agosto 2005.
http://www.tvazteca.com/espectaculos/2005/08/19/007.shtml
Nota 1: ¿Células Madre? ¿Qué es eso?
Las Células Madre son aquéllas convertibles en cualquier tipo de célula (cerebro, corazón, huesos, músculo, piel…) y son de dos clases: Células Madre Adultas y Células Madre Embrionarias.
Las Células Madre Adultas se obtienen de tejidos maduros de niños o adultos y son multipotenciales (sólo pueden convertirse en ciertos órganos).
Las Células Madre Embrionarias se obtienen de embriones y son pluripotenciales (pueden convertirse en cualquier órgano).
La controversia bioética radica no en el uso de Células Madre Adultas (de tejidos adultos), sino en el de Células Madre Embrionarias (de embriones), aun cuando éstas puedan convertirse en cualquier órgano (pluripotenciales).
Las investigaciones de Hwang se vincularon con Células Madre Embrionarias, aunque después fueron desacreditadas.
Fuente consultada:
«Todo lo que necesita saber sobre las Células Estaminales».Controversias. ACI Prensa.
http://www.aciprensa.com/controversias/estaminales.htm
Nota 2: el caso Schiavo
En 18 de Marzo de 2005 un juez de Florida (USA) ordenó que Terri Schiavo fuera desconectada de la sonda que la alimentaba. Pero sobre ella caben algunas precisiones: primero, no era enferma terminal porque tenía muchos años de vida por delante: segundo, su estado vegetativo no era el del coma pues se reía y movía; tercero, no estaba conectada a una máquina ni requería respirador artificial y podía seguir viviendo con atenciones mínimas; cuarto, el nominado al premio Nóbel de Medicina William Hammesfahr declaró que muchos médicos han tratado a personas « en peor estado que el de Terri, y los hemos visto lograr independencia y dignidad otra vez ».
Fuentes consultadas:
«Candidato a Nóbel de medicina afirma que Terri podría ganar independencia».Noticias. ACI Prensa [Perú] 23 Marzo 2005.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_4368000/4368241.stm
Simón Catellví, José María. «Información sobre Terri Schiavo». Agencia Veritas [España] 30 de marzo 2005.
http://www.agenciaveritas.com/articulo.php?cd=34
«Schiavo: tribunales vs legisladores». Internacional. BBC [Londres] 31 Marzo 2005.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_4368000/4368241.stm
Posdata (3 de Junio del 2006) :
Desde su publicación inicial en este blog hace unos días, este artículo ha sido modificado y complementado con más reflexiones y datos.
Posdata (20 de Junio del 2006):
Según el diario de Ciencia y Tecnología La Flecha, unos investigadores informaron sobre un gen denominado Nanog, que «podría ayudar a explicar cómo reprogramar células adultas y convertirlas en células madre embrionarias para tratar enfermedades».
Distintos párrafos de esta noticia describen el experimento: «Los especialistas descubrieron que Nanog ayudaba a transformar las células adultas de los ratones en células madre embrionarias después de la fusión celular, momento en que dos células se combinan para formar un híbrido (…) Los científicos fusionaron células madre embrionarias de ratones con células cerebrales adultas y al sumarles Nanog, lograron aumentar el número de células híbridas que se comportaron como células madre de embriones».
Estos experimentos me suscitan algunas preguntas. ¿Cómo puede transformarse una célula adulta en embrionaria si por definición ésta última proviene sólo de embriones y la primera sólo de tejidos adultos? ¿Acaso no sigue habiendo manipulación de células madre embrionarias, si se las fusiona con células cerebrales adultas, aunque el experimento sea en ratones?
El DRAE tiene varias acepciones para el término embrión. Una primera: «Ser vivo en las primeras etapas de su desarrollo, desde la fecundación hasta que el organismo adquiere las características morfológicas de la especie». Una segunda: «En la especie humana, producto de la concepción hasta fines del tercer mes del embarazo» (mis resaltados).
Es decir, por definición embrión es el óvulo fecundado y Célula Madre Embrionaria la que proviene de un embrión.
En contraste a mis preguntas existen opiniones optimistas en este artículo de La Flecha. La del doctor Peter Mountford, miembro de la Stem Cell Science (compañía biotecnológica dueña de la tecnología empleada en esta investigación): « (el experimento) representa un avance importante hacia la reprogramación de las células adultas, sin la necesidad de fabricar embriones humanos» (mis resaltados). La de la propia La Flecha: «La importancia del descubrimiento radica en que convertir una célula madre en una de estado embrionario eliminaría el uso de embriones, uno de los principales obstáculos científicos y éticos para los investigadores» (mis resaltados).
Como neófito, sólo les comparto partes de la noticia que me llamaron la atención y mis inquietudes. En todo caso, a continuación consigno el enlace de la noticia para que ustedes saquen sus propias conclusiones.
Posdata (22 de Junio del 2006):
Un artículo de Fernando Pascual sobre Clonación me pareció interesante, entre otras cosas, por sus reveladoras diferenciaciones entre la Clonación Terapéutica y la Reproductiva: «La así llamada “clonación terapéutica” es también clonación reproductiva, en el sentido de que produce (“reproduce”) un individuo humano que tiene un material genético casi totalmente idéntico (al menos en el núcleo) a otro individuo ya existente. ¿Cuál es, entonces, la diferencia entre estos dos “tipos” de clonación? Mientras la clonación reproductiva dejaría nacer al individuo clonado, la así llamada “clonación terapéutica” lo habría fabricado para experimentar con él y luego destruirlo» (mis resaltados). Dicho artículo contiene además interesantes reflexiones bioéticas. Aquí el enlace.
Posdata (7 Julio 2006) :
Hace poco habíamos apuntado cómo en marzo del 2005 un Juez de la Florida ordenó desconectar a Terry Schiavo de la sonda que la alimentaba, aun cuando su estado no era vegetativo ni terminal. Hoy me enteró de la historia de Terry Wallis (curiosa coincidencia que sea otro Terry), un varón que allá por 1984 quedó en estado de coma por un accidente automovilístico y que casi 20 años después despertó, habiendo recuperado el movimiento y el habla, porque su cerebro logró regenerar nuevos conductos nerviosos, aunque la Ciencia aún no se explica cómo. La situación de Wallis si no era peor al menos sí igual a la de Schiavo. Esto bien podría cuestionar la decisión del ya mencionado juez, sea porque éste asumió que el caso de Schiavo era irreversible o estaba clínicamente muerta, aun cuando en aquel entonces ya algunos especialistas venían afirmando que no era así. Les dejo un enlace del diario chileno La Nación sobre el caso Wallis.
Posdata (7 de Julio 2006):
Hoy día cambié el título de este artículo porque me pareció el más propio para el tema tocado.
En memoria de Germán.
Cortesía de la Imagen:
http://www.zonanegativa.com/imagen/0283.jpg
7 comentarios:
Hola Martín. Esta película está en mi lista de X VERSE. Me interesa mucho el tema. Hay muchas consideraciones éticas enfrentadas, pero creo que los experimentos con células madre deben continuar a fin de curar enfermedades, reemplazar órganos, etc. Es todo un tema.
Hola, Vero. Indudablemente que los experimentos con Células Madre traen muchas esperanzas, especialmente para personas con enfermedades degenerativas como Diabetes, Parkinson o Alzheimer. Pero habría que diferenciar entre Células Madre Adultas y Células Madre Embrionarias. La controversia surge a partir de las segundas, cuando todo apunta a que las primeras también arrojan buenos resultados sin necesidad de sacrificar embriones. En todo caso, al final, en la Nota 1, amplío el tema y pongo un enlace donde podrás ahondar. Aunque como bien dices, es todo un tema. Y gracias por la visita. Un abrazo
Martín
Supongo que tendrás tu propia opinión del asunto. Creo que es un tema que entra de lleno en el debate religión/política a la hora de legislar. ¿Quien promulga lo que es moral y lo que no?.
Desde el punto de vista de un laico la moral se está revisando día a día por la sociedad, teniendo en cuenta multiples factores como: la opinión de determinados gurús mediaticos, los adelantos cientificos y filosóficos, o, incluso, como apuntas en algún momento, el pragmatismo o el utilitarismo.
Desde un punto de vista religioso, a grosso modo, estarían en contra de todo avance que amenazara su dogma y/o aún más su influencia/poder.
Entre unos y otros hay una amplia extensión de no saben/no contestan.
Como historia de ficción, si obviamos los matices, tampoco parece demasiado original. No hay mucha diferencia entre el suministro de organos de gente anónima a la que matan para sustraerselos (hecho real y también llevado al celuloide) o de un teorico clon (teniendo en cuenta, como bien comentas que los clones exactos no existen)
De todas formas no me hagas mucho caso porque yo no he visto la peli.
Hola, Manolotel. Aunque no hayas visto la película tus apuntes son interesantes. Pero aun esa «moral laica», con todo lo variable que pueda ser, bien podría entender la necesidad de sustentar el valor de la vida sobre bases sólidas, inmutables, no sujetas a dichos factores cambiantes, porque caso contrario todo Derecho Humano sería muy relativo y, quizás, vulnerable a las consideraciones pragmáticas o utilitaristas que mencionas. Y qué base más sólida que entender que la vida tiene un valor intrínseco, por encima de toda consideración… Pero una buena pregunta sería ¿por qué la vida tiene un valor intrínseco, en qué se funda éste? Me gustaría saber cómo podrá responderse a esa pregunta desde una «moral laica»...
Clones. Sociedades de repuesto. Vida "eterna". Deshumanización. Es complicado todo esto porque abarca no sólo logros o triunfos de la ciencia sobre las enfermedaes que azotan a la humanidad, sino porque en esa intromisión de la ciencia, se mueven los cimientos de la ética más interiorista del la raza humana. Claro, contrapuesto este escollo a las guerras bárbaras que vivimos en la actualidad, suena mejor "reponer" que "exterminar", pero no deberíamos de llegar a elegir entre dos soluciones aparentes. Aunque tampoco deberíamos de truncar los avances de la ciencia. Como dije, es complicado. De la película, sí, me pareció bastante pobre, un tema manido y resuelto apenas para cumplir. SU referente literario fue UN MUNDO FELÍZ de A. Houxley, mucho mejor resuelto que LA ISLA la versión fílmica de este libro.
De Scarlett, ya sabes que yo le perdono todo, todo.
Hola, Oscar. Coincido contigo, el avance de la Ciencia no debe detenerse pero agregaría que debe saberse orientar para evitar sus malas aplicaciones. El problema es cuando no sé comprende que no todo lo que la Ciencia puede hacer debe hacer, y esto ya exige todo un fundamento bioético. Ahora, "Un Mundo Feliz" es un referente para cualquiera que trabaje en ficciones sobre estos temas, aunque dicen que la Isla recuerda más a la novela “Spares” de Michael Marshall Smith, aunque yo no la he leído.
Estimado Martín, esta semana estamos viendo la película de la Isla, fue parte de las actividades que el libro de texto marcaba para ver el tema de manipulación genética, en lo particular el de clonación y células madre.
Cuando salió la película en el cine, fui a verla por acompañar a una de mis mejores amigas a quien el cine de ciencia ficción le encanta. En mi país si bien no tuvo un éxito sensacional, por lo menos fue muy bien recibida. Y te soy sincera, de momento no me gustó, desafortunadamente para mí, en el caso del cine de ciencia ficción, no logro ver más allá de las escenas para llegar a conclusiones. Me dejo llevar por lo grotesco de algunas escenas y mi espíritu de final feliz y gustos "rosas" se imponen para en otros tipos de películas: aventura, romance, suspenso; poder extraerles aprendizaje.
Y sabiendo que la iba a volver, inmediatamente me di a la tarea de estudiar tu post y fue todo diferente. Admiro en verdad como llegas a conclusiones tan interesantes, haciendo a un lado la presentación para analizar el contenido. Quisiera tener esa facultad tuya pero a falta de ella, por eso disfruto tanto de tus post, aprendo tanto e incluso logro ver lo que antes no vi.
Así que les aconsejé a mis chicos que vieran la película más allá de los efectos especiales (balazos, persecuciones, coches..), la chica guapa y el chico lindo. Que eso era como la envoltura de galletas y lo importante es la calidad de la galleta.
Y después de verla cuatro veces, porque son 4 los grupos a los que le doy clase en verdad me pareció una excelente película, una excelente crítica y una excelente forma de "gritar" por la defensa de la vida independientemente de cómo sea gestada y una alerta a creernos Dios.
Me encanta la parte en la cual el agente de seguridad reflexiona confronta al científico "¿desde cuando hizo con la matanza un negocio?", el científico contesta: "yo curo enfermedades como la leucemia, ¿sabe cuantos pueden hacer eso?" Y él contesta, "supongo que solo usted y Dios."
Cierto, estamos jugando a ser Dios, a crear vida y un día de estos, la vida nos va a cobrar la factura. Y eso me parece terrible: creernos dueños y señores de la vida. Y más terrible que esas fantasías sean realidades ahora. Por lo menos en la clonación o intento de clonación de células madres, con el consecuente atentado contra los embriones humanos.
Enfocándome a tu post, no solo me agradó mucho el humor con el que lo manejaste sino toda la información científica que vertiste así como tus comentarios personales. Tu posición respecto a defender y respetar la vida desde su concepción, posición con la cual tú sabes que coincido totalmente.
Me pareció simpático aquello de tus locas ilusiones, sobre todo en eso de clonar a quien nos gusta y no preocuparnos si no nos corresponde, mmmm ¡cómo no lo pensé antes! Me hubiera sido tan útil cuando estaba en el bachillerato!! Estoy bromeando y sé que tú también lo mencionas de esa forma. Una amiga me decía que cuando pasa eso es porque esa persona no nos está destinada. Pero me estoy desviando del tema.
Me gustó mucho aquello que nos distingue algo más que la simple dimensión biológica. Cuando critico la sexualidad irresponsable, las desviaciones sexuales, etc. un compañero me responde que los animales también lo hacen. Debería leer este compañero tu respuesta para darse cuenta de su error.
No entiendo porqué los científicos no se ponen de acuerdo, cuando desde la genética es muy fácil de entender que gameto humano + gameto humano = ser humano. Que ambos juntan un cigoto de 46 cromosomas y que este es el número de la especie humana. ¿Entonces cuando empieza la vida? Desde la concepción ¿qué tiene eso de ilógico? Más bien yo diría que esto va en contra, como bien mencionas, de intereses económicos en las áreas de investigación.
Por eso coincido que el mensaje de fondo de esta película es advertir de los errores al aplicar la ciencia contra el mismo hombre. La escena final donde todos los clones salen a la luz, me conmovió mucho y sentí pena por ellos porque ¿a dónde irían, de qué vivirían?, etc.
Esa escena me trajo a la memoria algo que puse en mi post de clonación: "Hay quien dice que un cigoto que es clonado, no es un ser humano porque no es el resultado de la fecundación de los gametos humanos. Que se trata de un ser biológico nuevo. Y POR TANTO COMO NO ES UN HUMANO, PUES PODEMOS MANIPULARLO. La pregunta entonces sería ¿ES ÉTICO ANDAR CREANDO NUEVAS ESPECIES? El desear curar a un ser humano, nos da derecho de crear y "matar" nuevas especies? Yo creo que no."
Me gustó mucho también como hablas de las diferentes etapas de la gestación, mostrando que todas son vida, porque la vida es desde la concepción, no desde la morfología ni la fisiología.
Igualmente cuando hablas de las enfermedades como el síndrome de Down, etc.
Muy interesante lo de que si esas diferencias en gustos, intereses y elecciones se dan entre animales más en humanos. Me hizo recordar esa película de Gemelos con Arnold Schwarszenegger y Dani De Vito.
No me niego al progreso médico y a evitar sufrimiento de enfermedades genéticas y que esta terapéutica estuviera al alcance de nuestras manos, dímelo a mí, que más quisiera tener una cura para el Parkinson de mi mami. Pero de ahí que con ese fin se justifique el medio de atentar contra la vida, me niego rotundamente.
Además valdría la pena pensar ¿qué estamos haciendo los seres humanos para alterar nuestros genes? ¿Acaso pensamos que una vida sexual desenfrenada, drogarse, contaminar el ambiente, etc., no tiene consecuencias?
Por otro lado, las enfermedades bien podrían verse en lugar de un enemigo, como un suceso de superación personal, como una oportunidad de cambiar y mejorar. Mi mamá es ejemplo de ello, por eso responde cuando le pregunto ¿cómo amaneciste? Y dice ¡amanecí y es ganancia! ¿Cómo estás? ¡Como la canción de la burrita, unos pasos para adelante y unos pasos para atrás! (refiriéndose a una canción de una película mexicana)
En fin, podría seguirle pero mejor le paro aquí. Saludos muy cordiales. Hilda
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