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Por Martín Palma Melena
Un artículo de Christopher Domínguez Michael, ¿El fin de
Las clasificaciones literarias siempre son reductivas, como por ejemplo las cronológicas, las nacionales o las sociológicas desprendidas hace algún tiempo del debate peruano entre los supuestos escritores andinos o criollos; debate que, desde mi percepción, es la extrapolación a
Además, las clasificaciones pueden volverse verdaderos moldes en los que se introducen a los más diversos escritores para uniformizarlos, encasillarlos y asfixiar su individualidad.
Sin embargo, mientras no funjan como dichos moldes, las clasificaciones en general son necesarias, pero sólo como referencias. Y como una forma de clasificación, las nacionalidades son referencias necesarias para
A
Toda persona tiene dos coordenadas de ubicación que no la definen pero que ayudan a entenderla: las temporales y espaciales. De allí se desprende que, aunque no de forma excluyente, las dos clasificaciones más importantes para
Las clasificaciones temporales y espaciales son también referencias importantes para entender aun el porqué de los temas en una obra... Los escritores no escogen los temas, sino éstos los escogen a ellos pues, aunque sean las ficciones más afiebradas, siempre partirán de motivaciones y gérmenes de una realidad conocida: un tiempo y lugar... Si se escribe sobre lo que se desconoce la ficción será inverosímil y aburrida...
Por tanto, el escritor puede prescindir de muchas influencias, salvo de sus coordenadas temporales y espaciales, de las que derivan las clasificaciones temporales y espaciales, que por lo mismo quizás sean las más connaturales a
II
Clasificaciones temporales
Las clasificaciones temporales son referencias muy importantes porque, por ejemplo, aun un historiador que actualmente escriba sobre el descubrimiento de América siempre testimoniará concientemente o no algo de su época: la percepción que de ese hecho histórico se tiene en el siglo XXI. Incluso, aunque profetice adelantos científicos con décadas de anticipación, un escritor de Ciencia Ficción siempre proyectará los sueños o temores de su propia época. Todos somos hijos de nuestro tiempo aunque nos adelantemos a él. Ejemplos hay varios. George Orwell (2) parece describir en su obra 1984, publicada en 1949, una alegoría del comunismo estalinista mediante una sociedad futurista, totalitaria y dominada por un partido único y el Big Brother. Aldoux Huxley vislumbró ya en 1932 mediante su obra Un mundo feliz la fertilización in vitro y una sociedad dividida en castas genéticas y narcotizada con la droga soma. Ambos autores sólo proyectaron al futuro un pesimismo común de su época: no bien occidente salía de la segunda revolución industrial y ya emprendía dos guerras mundiales. Orwell y Huxley se anticiparon pero proyectando mucho de su tiempo: los visionarios no adivinan el futuro sino lo vislumbran a partir de su presente.
III
Clasificaciones espaciales
Las clasificaciones espaciales como referencias merecen otro desarrollo. Hasta la mayor de nuestras ficciones traslucen algo de nuestro lugar de origen. Si somos por ejemplo peruanos, para describir de forma creíble aun el planeta Marte, quizás lo asociaremos con un desierto conocido, como el de Nazca en el Perú. Volviendo a los ejemplos de Orwell y Huxley: serían interesantes trabajos que estudien qué tanto influyeron en ambos escritores
IV
Las literaturas nacionales
El fin de las literaturas nacionales es tan temerario como el de las nacionalidades, que ya dijimos que son referencias importantes para entender, en general, a toda persona y, en especial, a un escritor y su obra, por más cosmopolitas que éstos últimos se consideren...
Imaginemos algunas sociedades futuristas donde los Estados queden hipotéticamente obsoletos. Quizás
Pero mientras esas utopías futuristas y afiebradas no existan todavía, una de las coordenadas espaciales más importantes seguirán siendo las nacionalidades para entender a los autores y a
Talvez el debate sobre el fin o no de las literaturas nacionales reflejaría las tensiones entre identidad nacional y Globalización; tensiones cuyas facetas son tan diversas como la económica, política, lingüística y literaria, entre otras.
En su faceta económica, por ejemplo, Colin Hines, ex jefe de la sección de Economía Internacional de Greenpeace, propone en su obra Localización: Un manifiesto global la idea de Localización como alternativa a
En su faceta lingüística, por ejemplo, el lema del Tercer Congreso de
En su faceta literaria tendríamos por ejemplo al debate sobre el fin o no de las literaturas nacionales.
Estos ejemplos sólo muestran las diversas facetas que tiene la tensión entre identidad nacional y Globalización. Tensión que suele resolverse negativamente: sea globalizándonos pero perdiendo nuestra identidad nacional; sea radicalizando nuestro nacionalismo pero aislándonos del mundo para que nuestra identidad no sea absorbida por la monstruosa Globalización. Tensión que también puede resolverse positivamente: la mejor forma de globalizarnos es siendo nacionalistas, no conformándonos pasivamente sólo con que el mundo nos empape con su cultura, sino también empapándolo con la nuestra, en un enriquecedor proceso de retroalimentación... Esta solución podría dar una clave que ilumine el debate sobre el fin o no de las literaturas nacionales.
Aun en estas tensiones habría que diferenciar la idea de Estado (la estructura) y la de nación (el espíritu de esa estructura).
El Internet o las nuevas tecnologías de la información, que indudablemente influyen en la dinámica de
Los tiempos pueden cambiar pero hay cosas que nunca cambiarán: si algo es común al cavernícola o al hombre globalizado es ese sentido de pertenencia a la cueva o al país que los vio nacer. Por tanto, al estudiar finalmente a las personas y sus obras,
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Bibliografía
(1) Grupo Reforma, Ciudad de México (21 de agosto del 2005). Dada la antigüedad de este artículo ya no pude hallarlo en el enlace original de este diario mexicano; no obstante, dicho texto lo encontré reproducido en el siguiente blog
(2) Para analizar el contexto en que Orwell escribió 1984 sugiero Cfr: 1984, de George Orwell de Juan Manuel Santiago
(3) BBC de Londres. Cfr: Localización versus Globalización (6 de septiembre de 2003).
(4) Celebrado en Rosario, Argentina, el 17 y el 20 de noviembre del 2004
(5) BBC de Londres. Cfr: La globalización afecta el idioma (15 de noviembre de 2004). Entrevista de Martín Murphy a Pedro Barcia, anfitrión de dicho congreso y entonces presidente de
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Este artículo fue originalmente publicado en
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1 comentarios:
Muy interesante artículo Martín. Fíjate que entre las muchas locuras que a veces me da por pensar, alguna vez creí que las fronteras eran inútiles, que al fin y al cabo las personas primero son personas que ciudadanos de "x" país y que no se puede generalizar. Esto lo pensaba al ver las guerras provocadas por nacionalismos mal entendidos o al ver a una persona catalogada como flojo o ladrón solo por ser de "x" país.
Sin embargo después reflexionaba que precisamente como tú bien mencionas, que los seres humanos somos seres sociales, que necesitamos vernos reflejados en otros y sentir que pertenecemos a. No sé si has visto la película de Tarzán de Disney, pero la escena donde Tarzán junta su mano con la de Jane es genial, él se ve reflejado en otro ser de su misma especie. Así que terminaba convencida que las nacionalidades y las fronteras eran útiles al fin y al cabo.
Leyendo tu post lo recordé y me gustó mucho lo que planteas sobre todo en relación a que las clasificaciones solo sirven de referencia pero que no son moldes rígidos. Me encantó como explicas la clasificación temporal y espacial para comprender a un autor, la cual a mi juicio permite comprender no solo a un autor y a su obra, sino a cualquier persona. No hay duda que el hecho de nacer y vivir en "x" país da una serie de factores genéticos, biológicos, sociales, emocionales y espirituales que otorgan ciertas características en relación a otro nacido en "z" país.
Como dato curioso en el grupo de lectura ahorita están leyendo 1984, digo están leyendo porque por diversas circunstancias yo no lo estoy haciendo.
Saludos y disfruté mucho este post como siempre. Hilda
p. d. tu frase de "los visionarios no adivinan el futuro sino lo vislumbran a partir de su presente" me hizo recordar tu post sobre Julio Verne y un carro acuático si mi memoria no me falla.
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