Una película que recientemente he visto es Capote (2005). Y quedé convencido de que Philip Seymour Hoffman se tuvo bien merecido el Oscar a mejor actor del 2006.
Hasta antes de esta cinta, Hoffman era uno de esos actores cuyos rostros suelen ser familiares pero siempre se ignoran sus nombres. Yo al menos recuerdo haberlo visto como actor secundario en El Talentoso Señor Ripley (1999), en Y entonces llegó ella (2004) y, más recientemente, en Misión Imposible III (2006), donde representa a un villano bastante convincente, aunque ya en esta última cinta no pasa inadvertido.
Esta película trata de la vida del escritor norteamericano Truman Capote; más exactamente de los cuatro años que duró el proceso de gestación de su más célebre novela A sangre fría (que pretendía inaugurar el género de la novela de no ficción).
Hoffman interpreta a un Capote arrogante, cínico y narcisista que a toda fiesta del jet set a la que asiste le gusta ser el centro de atención, y talentos no le faltan.
Sin embargo, este actor nos ofrece una interpretación muy sobria. Su Capote es de una afectación que roza con el amaneramiento pero sin nunca desbordarlo, y de allí que tenga el mérito de no incurrir en estereotipos simplistas y de ostentar un histrionismo muy bien calibrado, similar al de Jack Nicholson o Danny De Vito, quienes exageran en sus interpretaciones, pero llegando al límite exacto que un personaje no debe cruzar para no mutar en una caricatura.
Otro punto a favor de Hoffman es su economía de gestos, algo que le permite mucha química con Catherine Keener, intérprete de Nelle Harper Lee, amiga de la infancia en Alabama de Capote. Por ejemplo, en una escena, para obtener información, él manipula emocionalmente a Laura Kinney (Allie Mickelson), la adolescente que es la primera persona en percatarse de los cadáveres en el lugar del crimen que después inspiraría A Sangre fría. Entonces, en un momento en que la joven se ausenta, el escritor y Nelle se miran en silencio y no hacen ningún gesto, pero por alguna razón intuimos que ella lo está reprochando. Y es que en muchas partes de esta producción, juntos o separados, Hoffman y Keener muestran mucha habilidad para ser muy expresivos siendo muy inexpresivos (valga el contrasentido).
Pero es en el carácter manipulador de Capote en el que quiero centrarme.
En Kansas, Capote también se entrevista con Perry Smith (Clifton Collins), uno de los perpetradores de la masacre.
En la cinta, el novelista tiene una gran sensibilidad que, paradójicamente, la utiliza como arma para manipular a sus entrevistados y sacarles información. Finge involucrarse con ellos, escuchándolos con atención, hasta descubrir en sus vidas un episodio parecido a uno que él haya vivido y que confiesa (eso hizo con la ya mencionada adolescente). Y así sus eventuales interlocutores empiezan a conmoverse y a confiar en alguien que les confidencia experiencias parecidas a las suyas. Capote emplea la misma táctica con Smith, cuya simpatía incluso llega a ganarse. Pero sucede algo inesperado, realmente llega a involucrarse con el criminal. Las vidas de los dos son muy semejantes, al punto que en algún momento al escritor llega a parecerle que ambos vivieron en la misma casa, sólo que él salió por la puerta delantera y Smith por la trasera (aunque no textualmente, esas fueron algunas de las líneas de Hoffman en la producción).
Finalmente el autor termina afectado, incluso más de lo que él quiere admitir, cuando es condenado a la horca Smith, quien en principio no debía pasar de ser un frío objeto de estudio.
Y es que si algún mensaje tiene la película, entre muchos otros, es lo peligroso que resulta manipular a las personas mediante sus sentimientos. Tarde o temprano algo siempre se va de las manos, incluso para el manipulador…
En general esta cinta me pareció muy recomendable, y Hoffman tuvo una interpretación muy destacable.
Información de la película
Capote. Guión de Dan Futterman: basado en el libro Truman Capote de Gerald Clarke. Dir. Bennett Miller. Act. Philip Seymour Hoffman, Catherine Keener y Clifton Collins Jr. Sony, 2005.
9 comentarios:
Es una de esas películas que me quedé sin ver, pero que espero recuperar en estas vacaciones. Un abrazo y Felices Fiestas.
Hola, Gabriela
Es buena película, te la recomiendo… Y feliz Navidad y un venturoso año nuevo también para ti.
Y un gran saludo desde Lima
Querido Martín
Que pases bonitas fiestas decembrinas en compañía de tus seres queridos. Que 2007 sea un año de salud, amor y realizaciones.
Un abrazo
Aprecida Magda
Justo ayer visité tu bitácora para también saludarte y desearte una feliz Navidad y un venturoso año nuevo. Pero no había opción para dejarte comentarios. De todas formas, te reitero el saludo y gracias por acordarte de mí.
Un abrazo también para ti
Martín
Excelente crónica. Tomo nota para verla.
Te envío un gran abrazo con mi deseo de que tengas unas felices fiestas!
:)
Me ha encantado la crónica que has hecho de la película. No la he visto, aunque hace años leí la novela con un escalofrío. Me impresionó muchísimo. Sabía que Capote tenía un carácter muy peculiar, pero desconocía esa faceta suya de manipulador. Haré lo posible por verla.
Te deseo lo mejor para estas fiestas y para el próximo año, querido amigo. Un fuerte abrazo.
Al menos en la película algo destacan de su carácter manipulador, pero entre el Capote cinematográfico y el real ¿cuánto contraste habrá? Por otro lado, Isabel, yo también te deseo una feliz Navidad y un venturoso año nuevo.
Y otro abrazo para ti...
Concuerdo en lo general contigo, Martín.
Una muy buena película, y muy buena tu reseña.
Un abrazo.
Hola, Victor Miguel
Gracias por tus palabras
Saludos
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